Los ingenieros fueron actores clave en la segunda revolución industrial… y lo serán en la digital
Destacados historiadores económicos y de la empresa española han remarcado la gran labor de un grupo de ingenieros que influyeron decisivamente en la segunda revolución industrial e impulsaron la incorporación de la economía española al mercado internacional en el siglo XX.
Durante los días 1 y 2 de octubre se ha celebrado el coloquio ‘Doce Ingenieros que cambiaron España’- que ha tenido lugar en la Real Academia de Ingeniería- coordinado por Gloria Quiroga, profesora de la Universidad Complutense de Madrid y en el que han participado Antonio Colino, presidente de la Real Academia de Ingeniería, Ángel Simón, presidente de Agbar, y prestigiosos historiadores.
El papel de estos grandes ingenieros se desarrolló en dos ámbitos: el de adaptaciones técnicas y en el del sector empresarial. Y es que todos ellos fueron creadores de grandes empresas o participaron decisivamente en su formación y contribuyeron a su crecimiento, muchas que han perdurado hasta hoy.
Antonio Colino, presidente de la Real Academia de Ingeniería, ha reivindicado durante su intervención la figura del ingeniero como artífice de los grandes avances técnicos. También ha señalado que, a diferencia de países como Estados Unidos, no hay ingenieros en la política española, una ausencia que contrasta con la constante presencia de los ingenieros en la vida cotidiana, como autores de casi todos los artefactos que utilizamos.
Grandes resultados
Para el historiador Gabriel Tortella la ingeniería es uno de los campos que en España y en la universidad ha dado mejores resultados. Además, ha recordado que grandes ingenieros españoles alcanzaron un reconocido prestigio y competitividad a nivel mundial, como es el caso de ingenieros como Entrecanales, Del Pino o Villar Mir erigiendo multinacionales de la construcción.
Entre estos genios de la ingeniería y la empresa, sobresalieron otros personajes como Demetrio Carceller Segura que, reconvertido de ingeniero textil en químico, destacó en el ámbito de los hidrocarburos, impulsando refinerías, fundando CEPSA y siendo el impulsor de su decisiva internacionalización, además de ser ministro de industria y comercio 1940 y 1945.
La clausura del acto ha corrido a cargo de Ángel Simón, presidente de Agbar, quien ha trazado las nuevas vías por donde debe transitar el ingeniero empresario del siglo XXI y ha propuesto realizar una revisión de la acepción del término ingeniero- empresario que tenga en cuenta, además del enfoque técnico-económico, la necesaria visión medioambiental y social.
Para Simón, una posible nueva definición sería una persona propietaria o directiva de una industria, negocio o empresa, que discurre con ingenio y sólido conocimiento técnico el modo de conseguir algo que requiere decisión y esfuerzo para mejorar la calidad de vida de la comunidad.
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