La inflación y EEUU dificultan la retirada de estímulos del BCE
El Banco Central Europeo (BCE) se reúne este jueves 26 de abril para tratar la política monetaria de la Eurozona. Sin embargo, los datos de inflación y la política arancelaria de Estados Unidos dificultan una retirada de estímulos por parte del supervisor monetario.
La inflación en los países que utilizan la moneda comunitaria se situó en el mes de marzo en el 1,4% anual, muy alejada aún del objetivo de ligeramente por debajo del 2%, y la inflación subyacente (que no toma en cuenta ni los productos energéticos ni los alimenticios sin elaborar) en el 1%.
En su último informe, Allianz Global Investors señala que no espera que el BCE realice cambios en su política monetaria ni en su orientación a futuro: «Vemos varias razones para que se mantenga la situación actual. Las últimas cifras económicas y encuestas empresariales fuera de la Unión Europea han sido menos optimistas que las publicadas a principios de año. Además, la inflación general de la zona euro es moderada y la inflación subyacente se ha mantenido en niveles bajos».
Esos factores que señala Allianz apuntalan la tendencia conservadora en cuanto al fin de la política acomodaticia por parte de la institución que preside Mario Draghi. Así, la posibilidad de que el BCE adopte una postura diferente en este aspecto se antoja de momento complicada.
La compañía de gestión de activos, además, señala las políticas de aranceles de La Casa Blanca como un factor negativo para el banco central: «Existe una creciente preocupación por la incertidumbre provocada por las tendencias cada vez más proteccionistas de EEUU. Benoît Coeuré, miembro de la Junta Ejecutiva del BCE, destacó recientemente el impacto potencialmente negativo del proteccionismo estadounidense en el crecimiento global a largo plazo. Esta es otra señal de que es menos probable que el BCE haga cambios en este momento».
No obstante, el presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró este martes durante su visita a Washington que entre aliados es «imposible que haya una guerra comercial», y remarcó ante el presidente estadounidense, Donald Trump que la Unión Europea (UE) «no es responsable» del exceso de producción de acero y aluminio.
Macron reconoció que hay que «encarar los desafíos globales comunes que se refieren al comercio» y «uno de esos desafíos es desde luego el exceso de producción de acero y aluminio».
En una tesitura parecida a la del BCE se encuentra el Banco de Inglaterra. La inflación en Reino Unido cayó en el mes de marzo hasta el 2,5% interanual, su nivel más bajo desde hace un año y dos décimas por debajo de lo previsto por la Office of National Statistics (ONS). Estos datos, unidos a la incertidumbre que rodea el proceso del Brexit, puede suponer un quebradero de cabeza para el Banco de Inglaterra.
El Comité de Política Monetaria volverá a reunirse el próximo mes de mayo y la probabilidad que el mercado establece para una nueva subida de tipos se sitúa en el 85%. No obstante, una inflación menor de lo previsto es un indicador muy influyente a la hora de decidir si llevar a cabo o no un alza.
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