Economía

Huertas (Mapfre) tras el aumento del 87% de su retribución: «No ha habido incremento de salario»

El presidente de Mapfre, Antonio Huertas, defendió este viernes que su salario no ha aumentado ni en la parte fija ni tampoco en la variable, sino que el incremento se debe a retribuciones extraordinarias en función del cumplimiento de objetivo específicos que se aprobaron en ejercicios pasados.

Huertas se embolsó 2,72 millones de euros en 2016, un 87 % más que los 1,45 millones percibidos un año antes, según el informe anual de retribuciones que la compañía ha remitido hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El presidente de Mapfre percibió 800.000 euros en concepto de sueldo, otros 758.000 euros por retribución variable a corto plazo y 1,15 millones por retribución variable a largo plazo. Es este último punto la causa del incremento y por eso Huertas defiende que su salario no ha sido modificado, ya que ni su sueldo fijo ni la retribución variable a corto plazo registraron incrementos: «Sólo el 30% de mis retribuciones está garantizada. El resto depende del cumplimiento de los objetivos».

Así, ante la pregunta de un asistente a la Junta General de Accionistas de Mapfre celebrada este viernes, el máximo responsable de la aseguradora explicó el origen de los 2,72 millones de euros: «El salario, que es diferente de la retribución, tiene un componente fijo y una parte variable. En 2016, el incremento tanto en el salario fijo como en el variable fue del 0%. Efectivamente, hay un incremento importante que se debe a la retribución extraordinaria y variable, que va ligada al cumplimiento de unos objetivos de acuerdo a un plan que fue aprobado en 2013 para más de 100 directivos de Mapfre en todo el mundo».

Huertas ha señalado que «una parte importante de los directivos no recibió retribución adicional porque no se alcanzaron los objetivos» en sus departamentos. El presidente explicó que «no es algo nuevo», ya que en 2007 se aprobó un plan similar a diez años que finalmente no se tradujo en retribuciones para los directivos al no cumplirse los objetivos tras el estallido de la crisis económica.

«Es absolutamente normal que en los años en los que el negocio va bien se reciban esas retribuciones, del mismo modo que cuando vienen mal dadas no se recibe nada», zanjó Huertas.