Fiscalidad

El Gobierno desempolva un impuesto a las grandes fortunas que ya fracasó en Francia

Hacienda interinos
Maria Jesús Montero
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El impuesto a «los ricos» que pretende imponer el Gobierno, según ha confirmado este jueves María Jesús Montero, copia el tributo que estableció Francia y que tuvo que retirar a los dos años por su fracaso estrepitoso: su recaudación fue muy escasa y provocó la huida de grandes patrimonios a otros países.

Este tributo es una de las propuestas clásicas de Podemos que volvió a plantear a principios de año, pero entonces fue rechazado por el PSOE. Pero ahora acepta establecerlo tras la bonificación del Impuesto sobre el Patrimonio anunciada por Andalucía, una medida que copia a Madrid y que muy probablemente será imitada por otras comunidades gobernadas por el PP.

Francia estableció este impuesto en 2016 (en realidad ya existía, pero elevó la tributación) bajo la presidencia de François Hollande, y tuvo que ser retirado en 2018 por Emmanuel Macron ante una recaudación que sólo llegó a 4.000 millones en una economía que es el doble que la española, y que tuvo el efecto negativo de que más de 300 altos patrimonios franceses se domiciliaron fuera del país, con lo que no pagaron ni este impuesto ni ningún otro.

Podemos aseguró en febrero que con este tributo se recaudarían 10.000 millones, un auténtico disparate teniendo en cuenta el precedente francés. Además, si se mantienen las actuales exenciones del Impuesto de Patrimonio -básicamente la de la empresa familiar y el límite conjunto Renta-Patrimonio-, en España la capacidad recaudatoria adicional de este nuevo impuesto sería ínfima, según coinciden varios expertos fiscalistas consultados por OKDIARIO.

Podemos pretende eliminar todas estas exenciones, pero eso tendría un efecto catastrófico sobre la economía, ya que la empresa familiar (el tipo de compañía más importante en España) se vendría abajo y tendría que despedir a buena parte de su plantilla. Por lo cual, nadie cree que el PSOE vaya a aceptar esta medida de Podemos.

Evitar la doble imposición

La ministra de Hacienda no ha dado detalles en el Congreso sobre el diseño del nuevo impuesto, sino que se ha limitado a decir que «hay que dejar trabajar a los técnicos». Los expertos consultados consideran que esta nueva figura no es compatible con el actual Impuesto de Patrimonio, porque sería una doble imposición (gravar dos veces el mismo concepto) evidente.

Para evitarlo, el Gobierno tiene dos opciones. La primera sería suprimir Patrimonio y sustituirlo por el nuevo impuesto, que recaudaría el Estado para evitar bonificaciones autonómicas como las de Madrid y Andalucía. Eso sería muy difícil de aceptar por los socios nacionalistas de Pedro Sánchez, ya que quitaría competencias y recursos a las comunidades autónomas.

La segunda sería que fuera deducible la cantidad ya pagada por Patrimonio en la comunidad autónoma, de forma que el Estado recaudaría el exceso hasta los tipos del nuevo impuesto, más elevados que los actuales según la propuesta de Podemos. Eso implicaría que los residentes en Madrid o Andalucía pagarían el 100% del impuesto al Estado, con lo que en la práctica quedarían sin efecto las actuales bonificaciones. La propuesta de Podemos plantea un tipo del 2% para patrimonios superiores a un millón de euros, hasta alcanzar un 3,5% de tipo máximo a partir de 100 millones.

En todo caso, establecer este nuevo tributo tiene enormes complejidades, una capacidad recaudatoria muy escasa y potenciales consecuencias muy negativas para la economía. Por todo ello, los especialistas creen que no se llevará finalmente a la práctica y que todo quedará en el anuncio populista de la medida.

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