A finales de 2023

Estados Unidos reducirá su inflación al 2% antes que la eurozona, según Morgan Stanley y Goldman Sachs

Powell tipos de interés
Jerome Powell, presidente de la Fed.

La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos y el Banco Central Europeo (BCE) tienen el mismo objetivo con la inflación: que baje al 2% en el medio plazo. Las últimas previsiones apuntan a que el IPC estadounidense se reducirá hasta dicho nivel antes que el de la zona del euro. La mayor celeridad y agresividad de la Fed subiendo tipos de interés no es el único motivo del descenso pues también juega a favor de Estados Unidos el crecimiento económico, la crisis energética o las cadenas de suministros.

La inflación de Estados Unidos cerró octubre en el 7,7%, el cuarto mes consecutivo a la baja y cuatro décimas inferior al registro de septiembre. El dato provoca que grandes entidades de análisis e inversión se lancen a actualizar sus previsiones. Morgan Stanley cree que estará por debajo del 2% «a finales del próximo año».

El banco de inversión estadounidense considera que se producirá por una demanda más débil, un menor estrés en las cadenas de suministro, un riesgo en los precios de la vivienda «mucho más» equilibrados y una bajada de más del 10% en los precios del gas. Calculan que los tipos de interés de la Fed no pasarán del 4,5% (3,75%-4% actual), frente al máximo del 2,5% que llegarán los del BCE en marzo (2% en estos momentos).

Los expertos estiman que la Fed podría subir los tipos de interés en diciembre en 0,5 puntos como máximo, pero varios miembros de la Fed, entre los que destaca el gobernador del organismo Christopher Waller enfriaron los ánimos este fin de semana al asegurar que el dato de inflación de la semana pasada fue solo eso, un dato, y que la inflación sigue siendo inaceptable.

Goldman Sachs cree que la inflación subyacente de Estados Unidos, actualmente en el 6,3%, bajará hasta el 2,9% en la misma fecha. La economía está fuerte y lo estará más frente a la de la zona del euro. «La economía estadounidense se encuentra en un momento del ciclo significativamente más avanzado que en Europa y que en el resto del mundo», señala Pedro del Pozo, director de inversiones de Mutualidad de la Abogacía.

Malas perspectivas para la eurozona

El IPC de la zona del euro sigue registrando nuevos máximos históricos, hasta el 10,7% en octubre y aunque la presidenta del BCE, Christine Lagarde, reconoció tras la última reunión del Consejo de Gobierno que están preocupados por el crecimiento económico, su único mandato es el de mantener los precios bajo control. En cambio, la Fed sí tiene el doble mandato de proteger también a la economía y al mercado laboral.

El BCE modificó al alza en septiembre sus previsiones de inflación. El banco central espera ahora que el IPC cierre el año en el 8,1%, desde el 6,8% previsto antes del verano. Bajaría al 5,5% el año que viene, desde el 3,5% esperado con anterioridad, y en 2024 se quedaría en el 2,3%, aún por encima del 2% objetivo que sí se esperaba lograr en dicho año según los cálculos de julio. La próxima revisión será en diciembre.

El organismo cree que la economía de la eurozona cerrará 2022 con un crecimiento del 3,1%, más que el 2,8% esperado con anterioridad, pero rebajó a la baja las previsiones para 2023, hasta el 0,9%, desde el 2,1% previo, y al 1,9% en 2024, desde el 2,1% anterior.

Los cálculos del BCE chocan con la mayoría de previsiones de grandes firmas de inversión que esperan que la zona del euro entre en recesión técnica, dos trimestres consecutivos de contracción económica, entre este trimestre y los dos primeros de 2023.

La crisis energética, según los expertos, es el gran hándicap al que se sigue enfrentando Europa. La economía de Estados Unidos, en cambio, entró en recesión técnica en el segundo trimestre del año, pero ya está fuera al cerrar el tercer trimestre con un crecimiento del 2,6%. Este martes se conocerá el PIB provisional del tercer trimestre de la zona del euro y se espera se mantenga en el 2,1% de crecimiento.

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