España es el quinto país avanzado con más impuestos a la propiedad mientras Sánchez quiere subirlos
España es el quinto país de la OCDE con la presión fiscal más alta sobre la propiedad, sólo por detrás de Polonia, Suiza, Italia y Francia, según un informe publicado este jueves por el Instituto de Estudios Económicos (IEE). Los impuestos incluidos en este apartado por el IEE son el de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones, además de las Transacciones de Capital, impuestos que, pese a ser ya de los más altos del mundo, el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias quiere subir en breve.
Según señaló María Jesús Montero, ministra de Hacienda, durante la presentación del proyecto de Presupuestos Generales de 2021, el Ejecutivo no ha añadido el Impuesto de Patrimonio entre las tasas que va a subir el próximo ejercicio -IRPF, diésel, seguros…-. Sin embargo, Montero advirtió que el Gobierno no ha abandonado su intención de «armonizar» este impuesto en toda España, lo que supone un ataque a la política de la Comunidad de Madrid.
Este impuesto es ya en España uno de los más altos de Europa, según refleja el informe del IEE. En la mayoría de los países europeos no existe o ha sido abolido, mientras que en las tres naciones donde se mantiene -Suiza, Noruega y Países Bajos- tienen un tipo máximo muy inferior al de España, como se ve en el gráfico.
Peor aún. Porque en los países donde existe este impuesto, no tienen otros que gravan el patrimonio como en España. «Noruega, Suiza y Holanda tienen el equivalente a un Impuesto sobre el Patrimonio, pero no otros impuestos que gravan el ahorro; por ejemplo, el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, que no tiene equivalente en Noruega, o el Impuesto sobre la Renta del ahorro (ganancias patrimoniales), como en Suiza y Holanda. Podemos afirmar que la tributación sobre el ahorro -generación y tenencia de patrimonio- ya es superior en nuestro país al de nuestros socios comunitarios», advierte el IEE.
El informe advierte además de que «los tipos del Impuesto sobre el Patrimonio se establecieron en 1991, en el que, por ejemplo, el rendimiento del bono español a 10 años estaba en el 11,72%». «Sin embargo, el rendimiento de los activos en la actualidad es muy inferior: el mismo bono ofrece ahora un rendimiento del 0,8%, así que mantener esos tipos o subirlos hasta el 3% y el 3,5%, supone una confiscación del patrimonio», insiste.
Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones
Respecto al Impuesto de Sucesiones y Donaciones, España se mantiene entre los países avanzados con el tipo más alto, según un informe del grupo de expertos de la Tax Foundation. En concreto, en España el tipo más alto es el 34%, superior al de Irlanda (33%), Bélgica (30%), Alemania (30%), e Italia (4%), y muy por encima de la media de la OCDE, que es el 15%.
La tendencia mundial es a eliminarlo o reducirlo, y España es el único que tiene juntos este impuesto y de Patrimonio. Por ejemplo, Francia y Bélgica, con una presión fiscal superior a la española con relación al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, no exigen el Impuesto sobre el Patrimonio.
Esta elevada presión fiscal supone según el IEE un problema para la competitividad económica del país. El informe refleja que Madrid y País Vasco están en índices de competitividad similares a la media europea, pero no así otras regiones como Andalucía o Extremadura.
Por eso, el IEE critica la armonización fiscal que promueve ahora el Gobierno -una forma de exigir a Madrid que suba los impuestos, entre ellos los referidos a la propiedad, Patrimonio y Sucesiones-. «En el caso de que se persiga esa armonización fiscal, las referencias hay que buscarlas en las que se ha visto que son las mejores prácticas y las que están obteniendo los mejores resultados, y no con medidas cortoplacistas que perjudiquen la competitividad de nuestra economía», concluye.
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