Correos sanciona a una empleada por ir al baño 10 minutos por tener la menstruación

La empleada se ausentó de su puesto laboral porque había manchado el pantalón al tener una hemorragia vaginal

La compañía ha descontado de la nómina 0,96 euros y el sindicato CGT impugnará la decisión

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Anexo de la empleada amonestada por Correos

Correos sanciona a una empleada por ausentarse diez minutos de su puesto de trabajo para ir al servicio porque le había bajado la regla. La compañía ha descontado 96 céntimos de su nómina por haber acudido al cuarto de baño, según denuncia el sindicato CGT.

María (nombre ficticio) cuenta a OKDIARIO que «no son los 96 céntimos, evidentemente. Es el hecho. Nadie nos tiene que decir a la hora que tenemos que ir al servicio y no tengo que dar explicaciones de si tengo una hemorragia o no. Eso no tiene ni hora ni lugar».

A las 11:30 del pasado 7 de junio, día que coincide con la primera huelga estatal de Correos a la que se enfrenta el Gobierno de Pedro Sánchez, María sintió al levantarse que se estaba manchando el pantalón. La trabajadora, que desarrolla su actividad profesional en el Centro de Tratamiento Automático (CTA) del barrio madrileño de Vallecas, avisó a sus otros dos compañeros para que le sustituyeran.

«Tardé diez minutos porque tenía que subir unas escaleras, me había manchado el pantalón y tuve que ir a la taquilla a por ropa para cambiarme y ponerme una compresa porque tengo un desarreglo menstrual. Cuando llegué, me estaba esperando mi jefa de equipo y me dijo que tenía que firmar que había abandonado mi puesto de trabajo. Yo respondí que sólo había ido al cuarto de baño».

María exigió que se le presentase por escrito y su jefa le presentó un anexo donde se puede ver que se ausentó diez minutos y donde ella alega que «fue al servicio a realizar sus necesidades». 

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Anexo de la empleada amonestada por Correos

María asegura que el anexo, a la práctica, no pone en peligro su puesto de trabajo ni repercute en su trayectoria laboral, pero «no tiene por qué pasar por esto. Es tercermundista aguantarse las ganas de ir al servicio o que te sancionen por hacerlo».

«Es tercermundista aguantarse las ganas de ir al servicio»

Ahora, desde CGT van a hacer una impugnación de la falta y una reclamación de la cantidad, que es simbólica. Pero, insisten en que es el hecho. Desde este periódico hemos intentado contactar con la compañía sin ningún éxito.

CGT denuncia que no es un hecho aislado

«Esto no es un hecho aislado. Hay jefes de equipo que se ponen en la puerta del baño y que presionan a los trabajadores», denuncian fuentes sindicales.

Las mismas fuentes advierten que en otros centros madrileños «los responsables ponen trabas para poder ir al baño o descasar el cuerpo cambiando de postura corporal. Hay que añadir el desgaste psicológico por el ambiente creado por los gestores de la actividad, existe presión que genera temor en el personal y el ambiente tóxico que nace de ese trato basado en la superioridad en la jerarquía del personal”.

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