Economía

Un economista lanza la advertencia: tu paga extra de verano podría estar perdiendo valor sin que lo sepas

La paga extra de verano
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cuando se acerca la época estival, muchas personas en España comienzan a planificar sus vacaciones y, al mismo tiempo, a pensar sobre cómo gestionar su dinero. La paga extra de verano es un alivio económico muy esperado por muchos trabajadores, especialmente en tiempos en los que los precios suben. Sin embargo, en ocasiones, se convierte en un gasto impulsivo que no aporta seguridad financiera a largo plazo. La cuestión no es sólo disfrutar del dinero sino hacerlo de forma inteligente y sostenible.

En este escenario, un conocido economista español ha decidido compartir un mensaje muy importante para quienes reciben esta paga extra: no basta con gastarla o dejarla en cuentas de ahorro que no generan ningún beneficio real. La clave está en la educación financiera y en aprovechar al máximo este ingreso para mejorar la salud económica y evitar caer en errores comunes, como endeudarse o malgastar el dinero sin pensar en el futuro.

Claves para gestionar la paga extra de verano

Gonzalo Bernardos, doctor en ciencias económicas y empresariales y una voz reconocida, ha sido claro y contundente en una reciente entrevista en el programa matinal «Espejo Público» de Antena 3. Bernardos ha insistido en la necesidad de tener «inteligencia financiera» cuando se trata de la paga extra verano.

Es habitual que quede depositada en cuentas corrientes o depósitos bancarios con rendimientos muy bajos o prácticamente nulos, lo que representa una gran pérdida de oportunidades para los ahorradores. Según datos recientes, en España hay alrededor de 843.000 millones de euros inmovilizados en estos instrumentos financieros poco rentables.

El experto señala que, aunque las ganas de disfrutar las vacaciones y desconectar son legítimas y necesarias, es fundamental no dejar que esas emociones dominen las decisiones financieras. En lugar de gastar toda la paga extra de verano en ocio, viajes o caprichos, recomienda destinar una parte a un ahorro que ofrezca rentabilidad real o, al menos, que no pierda valor frente a la inflación.

Por lo tanto, Bernardos no sólo aconseja ahorrar, sino hacerlo con criterio. Es decir, no basta con dejar el dinero en una cuenta corriente o en un depósito a plazo que no genera interés o cuyos intereses están por debajo de la inflación. Es fundamental buscar alternativas que ofrezcan mejores rendimientos.

Esta realidad muestra la importancia de la educación financiera. Aprender sobre productos financieros, sobre la inflación y sobre cómo funciona la inversión básica es clave para no desperdiciar oportunidades. La paga extra, en lugar de ser un gasto más, se puede transformar en el primer paso hacia una salud económica más sólida, una mejora en la calidad de vida y una mayor tranquilidad ante cualquier imprevisto.

Cómo actuar

En términos prácticos, ¿qué puede hacer un trabajador que recibe cuando recibe paga extra? En primer lugar, debe evitar endeudarse para financiar gastos que no son esenciales. No hay que caer en la trampa de pensar que «merecemos» gastar más porque recibimos una cantidad adicional. La realidad es que el dinero tiene un valor y usarlo sin previsión puede traer consecuencias negativas a medio y largo plazo.

En segundo lugar, conviene separar una parte para un fondo de emergencia, destinado a cubrir imprevistos como reparaciones, problemas de salud o desempleo temporal. Asimismo, conviene investigar opciones para colocar el resto en productos financieros que generen rentabilidad, como fondos de inversión, planes de pensiones, depósitos a plazo con mejores condiciones o incluso invertir en educación o formación personal, que se puede traducir en mejores ingresos futuros.

Por supuesto, no hay que olvidar que disfrutar de la vida y tomarse un descanso es importante para la salud mental y física. El equilibrio está en disfrutar de las vacaciones sin comprometer la estabilidad financiera. Esto significa planificar con anticipación, fijar un presupuesto realista y buscar ofertas o alternativas de ocio que no supongan un gasto excesivo.

El consejo final que deja Bernardos es sencillo pero poderoso: la inteligencia financiera debe ser la brújula que guíe las decisiones sobre el dinero extra que llega cada verano. Utilizar esa paga como una herramienta para fortalecer la economía personal puede marcar la diferencia entre vivir con preocupaciones constantes o con mayor tranquilidad.

En definitiva, la paga extra de verano es un recurso que puede ayudarnos a aprender a manejar mejor las finanzas, a desarrollar hábitos de ahorro y, sobre todo, a invertir con criterio y responsabilidad. Utilizarla de forma inteligente puede marcar una gran diferencia, ya que permite construir un colchón económico que actúe como escudo frente a imprevistos, especialmente en un contexto donde las pensiones y la estabilidad económica son cada vez más inciertas.

Por el contrario, desaprovechar esta oportunidad puede llevarnos a perder poder adquisitivo debido a la inflación, caer en un consumo desmedido que genera estrés financiero y, en última instancia, enfrentar dificultades económicas que fácilmente se podrían evitar con una adecuada educación y planificación financiera.

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