Díaz deja tirado al SEPE a las puertas de una recesión: 900 plazas sin cubrir y oficinas sin empleados
El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) hace aguas a las puertas de una recesión. El organismo está pendiente de que se convoquen 900 plazas que el Gobierno aprobó a finales del pasado año, que han sido ocupadas por funcionarios interinos temporales.
El sindicato que representa al mayor número de funcionarios del país, CSIF, reclamó, desde el incio de la pandemia y de manera reiterada, la convocatoria de 3.674 plazas para el SEPE, el número de empleados públicos que ha perdido en la última década el organismo.
Sin embargo, el Ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz sólo autorizó 900 plazas, tras la crisis sufrida por el SEPE durante la pandemia y las situaciones de colapso vividas para atender la avalancha de ERTES y otras medidas extraordinarias para la protección al desempleo aprobadas.
Pero esas 900 plazas ni siquiera han sido todavía convocadas, tan sólo han sido autorizadas, como denuncian fuentes consultadas por este diario en CSIF, por lo que es previsible que no sean ocupadas de manera definitiva hasta el próximo año por los funcionarios de carrera que hayan superado el proceso selectivo. Además, la cifra de 900 plazas no fue avalada por el mismo sindicato que reclamó la contratación de los 3.674 trabajadores para el SEPE, por considerarlo irrisorio.
A la grave situación de falta de personal que viven los funcionarios que atienden las solicitudes de prestaciones por desempleo, se suma la carga prevista que va a suponer la regularización de cientos de miles de trabajadoras del hogar, así como el hecho de que en los dos últimos años se han jubilado 500 trabajadores del SEPE en cada ejercicio.
La situación crítica del SEPE es tal que hay, incluso, oficinas de atención presencial que no tienen empleados. De acuerdo a datos consultados en el sindicato CSIF, de las 711 oficinas presenciales del SEPE existentes en España, hay siete que no tienen ningún empleado; 41 oficinas con un solo trabajador, y 107 con tres funcionarios trabajando.
«En esas oficinas, si uno de los empleados no puede acudir, si se da de baja, si enferma de Covid, ¿cómo será posible atender a los ciudadanos?», se preguntan las fuentes sindicales consultadas.
«Ante una posible recesión, si viene lo que nos tememos, como prevén economistas de reconocido prestigio, apaga la luz y vete», comentan. «Nos podemos volver a encontrar con una situación tan delicada como en los primeros meses de la pandemia, originándose retrasos tanto en la obtención de la cita previa presencial como en la resolución de las solicitudes de las prestaciones que se presenten», advierten.
La situación de los empleados de las oficinas del SEPE es crítica tras dos años de una labor especialmente estresante por la pandemia. La llegada de una recesión y el incremento del paro hacen temer un colapso en la atención por desempleo.