Sector Inmobiliario

Las cooperativas de vivienda no son lo que eran: un 20% más baratas e imposibilidad de fraude

Las cooperativas de vivienda no son lo que eran: un 20% más baratas e imposibilidad de fraude
Viviendas.
Nayara Mateo
  • Nayara Mateo
  • Redactora de economía, especializada en el sector inmobiliario, turismo, consumo y distribución. Antes en Expansión, Efe y Brainsre.news.

Acceder a una vivienda es uno de los principales problemas de la sociedad española, especialmente en las ciudades más grandes, donde los precios se han disparado en los últimos años. Por ello, cada vez es más frecuente que los compradores recurran a las viviendas en régimen de cooperativa. En concreto, las casas desarrolladas bajo esta modalidad suelen ser un 20% más baratas que las que se adquieren a través de una promotora o inmobiliaria. Esto se debe a que solo se paga por lo que cuesta construir la vivienda, explican desde el portal especializado en cooperativas de vivienda Lacooop.

Para concretar, desde el buscador comentan a OKDIARIO que la clave está en que «las cooperativas de viviendas son sociedades sin ánimo de lucro en las que los socios son los copromotores». Hecho no que se da cuando se compra un piso a través de una promotora convencional, puesto que al tratarse de una empresa privada, siempre busca beneficio.

Dinero avalado

Desde la crisis inmobiliaria iniciada en 2008, ha crecido la ‘mala fama’ de  las cooperativas de viviendas, dado que muchas familias perdieron su dinero en proyectos residenciales que no salieron adelante. Sin embargo, la situación ha cambiado mucho desde entonces. Ahora, al comprar una casa a través de una cooperativa, el comprador puede darse de baja en cualquier momento y recuperar su dinero.

Las aportaciones que los socios de la cooperativa hacen a cuenta de sus viviendas se guardan en una cuenta especialmente protegida llamada Cuenta Ley. En esta cuenta bancaria no se pueden ingresar otros fondos de la gestora o de la propia cooperativa. Asimismo, la Cuenta Ley está supervisada por un ‘project monitoring’, que nombra el banco para que se asegure de que cada euro que sale va destinado íntegramente a la construcción de las viviendas.

Así, la entidad financiera que tutela la cuenta es corresponsable, junto con la gestora de la cooperativa, del uso que se hace de estos fondos. Además, el banco está obligado a devolver el dinero a los cooperativistas en caso de que el proyecto no salga adelante.

La demanda se dispara

La crisis del Covid ha supuesto un cambio en los requisitos que debe tener una. Según Lacooop, entre marzo y diciembre de 2020, las búsquedas de vivienda en cooperativa en su portal aumentaron más de un 700%.  «La fórmula cooperativa permite acceder a una vivienda igual de buena, en el mismo emplazamiento, ahorrando mucho dinero y con facilidades que permiten a muchas familias poder acceder a la vivienda con la que sueñan», aseguran desde el buscador.

¿Qué parte del mercado de viviendas en España supone el negocio de las cooperativas? Se prevé que el mercado de obra nueva supere este ejercicio las 90.000 compraventas de vivienda. Mientras que «las cooperativas estimamos que representarán en torno a un 20-22% de la obra nueva. Hay muchos proyectos y los demandantes de vivienda harán muy bien en estudiar y comparar porque en la zona que buscan hay o habrá en breve un buen proyecto en cooperativa», aseguran desde Lacooop.

En cuanto a los compradores de esta tipología de activos, existe un perfil de demandantes de viviendas de primer precio, que se caracterizan por ser jóvenes, nuevas familias, familias jóvenes con dos hijos de media. Estos suelen buscar oportunidades en barrios nuevos y  pisos, de dos o tres habitaciones. Por otro lado, hay un perfil de demandantes que adquieren viviendas en cooperativas como inversión, es decir, luego las alquilan.

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