Economía
Manual del Inversor

¿Cómo funcionan los ‘warrants’?

El éxito de una inversión depende de la diferencia entre el valor de la venta y el de compra. Cuanto mayor sea este margen, más alto el beneficio que se obtendrá. Por lo tanto, los inversores invertirán su dinero allí donde esperen obtener una rentabilidad más atractiva. Ahora bien, el futuro es incierto y las previsiones no siempre se corresponden con la realidad. Para, en parte, aplacar las posibles pérdidas fruto de desviaciones respecto la previsión, existen los warrants.

Los warrants son un producto derivado. Esto significa que su valor depende de la evolución de otro activo financiero. En el momento de adquirir un warrant, el inversor paga un precio llamado prima. Este valor depende de distintos aspectos, pero sobre todo de cuál es el valor del activo en el mercado y el vencimiento escogido. Llegado el vencimiento, este instrumento confiere el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender el activo. El valor de la compra o venta, también, se establece en el momento de su adquisición.

¿Qué tipos de warrants encontramos?

Existen dos formas de adquirir warrants en el mercado, que son las siguientes:

¿Qué ventajas implica la adquisición de warrants?

Principalmente, respecto a las acciones, los warrants otorgan las siguientes ventajas al inversor:

Hay que tener en cuenta, eso sí, que un inversor obtendrá beneficios de una operación con warrants solamente si el beneficio generado por el instrumento es superior a la prima pagada al inicio.

¿Cómo funcionan los warrants americanos?

Como hemos visto, en los warrants europeos solamente es posible ejercer la opción de compra o venta en el vencimiento pactado. Ahora bien, en los americanos, el inversor puede ejecutarla en cualquier momento desde el momento de adquisición hasta el vencimiento. Por lo tanto, son más flexibles y líquidos.