Cerca de 600 plantas de cogeneración en vilo por el retraso del Gobierno al fijar su retribución

El próximo 1 de julio entra en vigor el nuevo marco retributivo de la electricidad para la industria de la cogeneración (la que producen simultáneamente dos o más tipos de energía). En total, 600 plantas de todo el país que representan el 20% del PIB industrial y que emplean a 200.000 personas de forma indirecta asumirán un nuevo precio para producir. Sin embargo, a menos de un mes de que el nuevo calendario comience a andar, el Gobierno todavía no ha fijado la nueva retribución, lo que supone que el sector de la cogeneración podría verse abocado a producir a ciegas.
“Es vital que el Gobierno no se retrase. Algunas empresas producirán y otras puede que no, ya que se tendrán que lanzar a producir a tumba abierta sin conocer la regulación. Es un tema de seguridad jurídica. No se pueden añadir más incertidumbre, bastante complejo es gestionar ya una industria en estos momentos de crisis”, advierte Javier Rodríguez, director general de la Asociación Española de Cogeneración (ACOGEN) a OKDIARIO, quien recuerda que el regulador, «una vez tras otra», incumple sus obligaciones básicas de promulgar cada seis meses la retribución.
Para Rodríguez, la situación de total incertidumbre económica, es «impropia de un país industrial» y puede marcar la diferencia entre producir con números verdes o correr el riesgo de que sea en rojos, algo que solo se sabrá cuando el Gobierno comunique su decisión «quién sabe si con meses o años de retraso».
Las empresas de cogeneración se han reunido varias veces con el ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico al que han pedido medidas para ajustar su regulación al actual contexto de crisis y a la situación de los mercados energéticos. Desde Acogen explican que el ministerio que dirige Teresa Ribera ha reconocido la compleja situación que atraviesa el sector y se ha comprometido a buscar una solución técnica. Por el momento sólo es eso: un compromiso. No hay nada tangible.
Las propuestas
La Asociación Española de Cogeneración elevó al Ministerio para la Transición Ecológica a finales de abril varias propuestas jurídicas que permitieran al sector planificar y operar bajo «parámetros retributivos previsibles». Uno de los cambios pasa por elaborar un régimen transitorio para las instalaciones de cogeneración de alta eficiencia que alcancen el final de su vida útil este año.
También solicitaron un ajuste del valor del precio de mercado para 2020 en las instalaciones de tecnologías cuyos costes de explotación dependan esencialmente del precio del combustible y que se flexibilice el cómputo de las horas equivalentes de funcionamiento de la cogeneración establecidas en el régimen retributivo específico.
La Asociación Española de Cogeneración subraya entonces que el precio del mercado eléctrico se había desviado un 35% frente a los precios promulgados para este año, lo que carga financieramente a la cogeneración con más de 400 millones de euros este año. La cifra, que se disparaba hasta los 900 millones de euros en los próximos tres años, es a todas luces «inasumible», según Acogen.
Los niveles de producción bajan un 14%
La producción en cogeneración se ha reducido entre un 13% y 14% en mayo respecto al mismo periodo del año anterior. Los niveles comenzaron a recuperarse a mitad de mes, pero la reactivación está supeditada a que exista mayor certidumbre en la retribución regulada. Acogen estima que la retribución supone un tercio de los ingresos por ventas de electricidad, unos 800 millones de euros al año.
“El daño es grave, pero dentro de esta crisis tan enorme, el último dato de producción es esperanzador y significa que la industria española está saliendo adelante», explica el director general de la Asociación Española de Cogeneración.
En medio de esta caída generalizada de la producción hay sectores que han elevado considerablemente su producción durante la crisis del coronavirus. Ejemplo de ello son la industria papelera, alimentaria o el sector químico. Sin embargo, otros sectores, como el del tablero o la cerámica -ambos ligados a la construcción- han visto como la demanda se ha hundido hasta un 50%.