Los bancos creen que el precio de la vivienda seguirá subiendo por la demanda y la inacción del Gobierno
La banca vive un crecimiento de las hipotecas que prevé que continúe en el futuro
Malas noticias para los que buscan casa: el precio de la vivienda va a seguir subiendo en los próximos trimestres, según la banca. Las principales entidades constatan un crecimiento de las hipotecas por primera vez en mucho tiempo, es decir, de la demanda, lo cual se combina con la inacción del Gobierno para poner más viviendas en el mercado.
«La firma de hipotecas se ha recuperado con muchísima fuerza (crece un 60% en el trimestre), y las cifras del mercado y los resultados de otros bancos señalan una recuperación. Nuestra percepción es que va a continuar, porque de momento lo único que hemos conseguido es que los saldos suban un 0,2%, estamos estabilizando unos saldos que llevaban muchos trimestres cayendo. La economía va bien, los tipos van a la baja, hay un flujo migratorio y hay demanda de vivienda», explica Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank.
Y añade que «hay una necesidad de compra que va a animar el crédito y el precio de la vivienda en el futuro. Hay condiciones para que la demanda siga fuerte: el Banco de España estima un déficit de 600.000 viviendas en los próximos años, la construcción está en 100.000 al año frente a una demanda de 250.000 al año».
Unicaja, otro banco que presentó resultados la semana pasada, también constata esta recuperación del mercado hipotecario: «Los niveles de producción de hipotecas han subido a 250 millones al mes desde 120 millones en enero», asegura su consejero delegado, Isidro Rubiales.
Es decir, la demanda de vivienda está creciendo con fuerza y la concesión de hipotecas se ha recuperado. Pero por el lado de la oferta sigue habiendo muchas restricciones, achacables principalmente al Gobierno. Esta semana, Pedro Sánchez ha vuelto a prometer otras 40.000 viviendas públicas cuando aún no ha construido ni una de las 144.000 que anunció el año pasado.
Y no se trata sólo de la incapacidad para construir vivienda pública, sino también de la falta de incentivos y de seguridad jurídica para atraer a la inversión privada.
Gortázar también se pronunció el miércoles pasado sobre toda esta problemática: «Tenemos que ser capaces de dar vivienda a la gente que la necesita en condiciones económicas. No por dar más hipotecas, sino por bienestar social. Hace falta oferta de suelo y coordinación entre administraciones, que el proceso sea rápido porque, si no, los costes son muy elevados. Tiene que haber estabilidad que dé confianza al capital, muchas veces extranjero».
Del dicho al hecho
«Esto requiere mucho trabajo y deberíamos buscar un consenso. Se puede hacer con buena voluntad, pero, si no se hace, el problema va a ir creciendo. Ahora hay atención de los partidos al problema. Los avales a los jóvenes ayudan, pero, si no ponemos más suelo y más vivienda, otros colectivos que también necesitan casa dejarán de acceder a ella. No es un problema de color político, es un problema del país. Hay que tomar medidas para que no lleguemos a una crisis de vivienda», añade el CEO de CaixaBank.
Ahora bien, no es demasiado optimista sobre la posibilidad de que esto ocurra: «Claro que hay interés por parte de las administraciones y del capital en ayudar, por parte de todo el mundo sensato. Pero es importante ponernos manos a la obra, es mucho más complicado hacerlo que pensarlo: del dicho al hecho hay mucho trecho».
El propio servicio de estudios del BBVA anticipa que la vivienda se encarecerá un 5% en España este año y otro 4,7% en 2025, después de la subida del 3,9% de 2023 y del 4,3% que ya acumula en el primer trimestre de este ejercicio.
Sus argumentos son similares a los de CaixaBank: una economía más fuerte, con una previsión de crecimiento en la venta de viviendas en torno al 5% este año, «lo que se traduce en un volumen de 675.000 unidades», y del 3% en 2025, hasta casi 700.000 viviendas. La demanda embalsada de los jóvenes y el flujo de extranjeros estarían detrás de estas previsiones.
En el otro lado, el crecimiento previsto de la oferta será insuficiente para satisfacer esa demanda, según el BBVA: en los primeros meses de 2024 tan sólo se iniciaron 10.500 viviendas al mes. «La falta de suelo finalista, la escasez de mano de obra y la incertidumbre regulatoria condicionan la puesta en marcha de nuevos proyectos», explica el servicio de estudios.
Y esta situación seguirá trasladándose a los precios, tanto de venta como de alquiler. De hecho, Idealista informa de que el precio de la vivienda usada en España ha registrado una subida del 7,9% interanual durante el mes de julio hasta 2.153 euros por metro cuadrado, lo que supone un nuevo récord histórico.