El Ayuntamiento de Ada Colau acusa a FCC de falsear datos para ingresar 800.000 euros más
El Ayuntamiento de Barcelona investiga si el grupo FCC falseó datos de la gestión del servicio de limpieza viaria y retirada de residuos urbanos que presta en la ciudad para presuntamente incrementar irregularmente sus ingresos, según explicaron a Europa Press en fuentes municipales.
Según el citado medio, la delegación en Barcelona de FCC Servicios Ciudadanos habría manipulado en los últimos años datos del servicio de limpieza y recogida de residuos en la capital catalana con el objetivo de hinchar sus ingresos en unos 800.000 euros a costa del Ayuntamiento barcelonés. El Consistorio ha pedido a Fiscalía que investigue el presunto fraude.
El supuesto fraude se habría cometido en los servicios que FCC presta en los distritos de Gràcia y el Eixample y se podría estar cometiendo desde hace años.
Fiscalía ha confirmado la presentación de la denuncia y ha indicado que esta siendo analizada por la Fiscal Jefe a fin de decidir si se incoan diligencias de investigación y, en ese caso, a qué servicio especial adjudicarlo.
Una investigación de El País trataba de demostrar que las irregularidades se centran en los residuos destinados al reciclaje y los muebles y trastos viejos, llamados «voluminosos», por los que la empresa cobra según un sistema de tramos. El comisionado de Ecología del Ayuntamiento, Frederic Ximeno, ha asegurado, por su parte, que la mezcla de basuras se había producido en dos de los tres distritos en los que FCC opera y mediante un desvío de los circuitos de la recogida de basura.
El presunto fraude consistía en alterar las cantidades de cada tipo de basura recogida. El sistema de cobro implica que el Ayuntamiento paga menos por tonelada a medida que el volumen de recogida de residuos crece, por lo que se puede dar el caso de que, al saltar un tramo por un escaso margen, FCC acabe ingresando menos dinero si no se hubiera sobrepasado ese límite.
Según el diario, algunos responsables de FCC habrían maniobrado para no saltarse algún tramo de toneladas recogidas y evitar así pérdidas para la empresa. Para ello, en ocasiones se llegaron a mezclar residuos para el reciclado con desechos sin reciclar, llamados «de rechazo», con el objetivo de que toda la carga pasara como si fuera basura de este último tipo.
Fuentes de FCC consultadas por este periódico han preferido mantenerse al margen de estas acusaciones por el momento, por lo que han optado por no hacer ningún tipo de declaración.