Una albañila desvela la realidad que no se cuenta sobre las mujeres en la obra: «Hasta ahora he estado…»


En el sector de la construcción, históricamente dominado por hombres, cada mujer que decide entrar en él representa un gran paso hacia la diversificación y la igualdad. Según el Observatorio Industrial de la Construcción, este sector suma más de 160.000 mujeres trabajadoras, que representan con un 11,4% en relación con el total de personas afiliadas. Una de las mujeres que trabajan en la obra es Carolina, que decidió formarse en albañilería: «las mujeres, al no tener una profesión definida, suelen mirar hacia trabajos tradicionalmente femeninos como enfermería, peluquería o estética… y nos perdemos otras oportunidades», asegura en uno de los últimos vídeos compartidos en su perfil de TikTok.
Anteriormente, Carolina se dedicaba a la informática, pero, tras empezar a hacer reformas en su tiempo libre, decidió inscribirse en cursos de albañilería para adquirir competencias tanto técnicas como prácticas que le permitieran dedicarse a esta profesión. «Llevo 16 años en la misma empresa y 23 años dedicada a este sector. Pero a nivel personal, como hobby, he hecho muchas reformas. Me he inscrito en un curso para formarme en toda la parte técnica y poder desarrollar esta actividad de forma profesional».
La realidad de las mujeres en la obra
@ellaconstruye Carolina es informática, pero la construcción es su pasión y lo tiene súper claro. Se considera afortunada porque su pareja constructor y su próximo proyecto es trabajar juntos en la obra. Pero es que acaba de terminar el curso Alicatadoras en Acción y ya tiene su primer encargo: va a realizar un alicatado en un local de Madrid! #alicatadorasenaccion #igualdadenlaconstruccion #mujeresqueconstruyen #mujeresenobra #mujeresqueinspiran #mujerempoderada #reforma #mujeresemprendedoras #mujeres #construccion #constructora #mujeralbañil #albañila #mujeresenoficios #womenintrades #womeninconstruction #alicatados #solados #formacion #empleo ♬ sonido original – ellaCONSTRUYE
«En 2024, las mujeres afiliadas a la Seguridad Social en el sector de la construcción alcanzaron la cifra de 160.288, lo que supone 5.451 trabajadoras más que el año anterior. Además, se alcanzó el mayor peso porcentual de mujeres trabajadoras en la industria de la construcción desde 2014, con un 11,4% en relación con el total de personas afiliadas en el sector, según el último informe del Observatorio Industrial de la Construcción, de la Fundación Laboral, titulado «Mujeres en el sector de la construcción 2024», según detalla la Fundación Laboral de la Construcción.
Y añade: «el crecimiento de la afiliación en construcción con respecto a 2023 fue del 1,9%. En el caso de las mujeres, este incremento alcanzó el 3,5%, lo que supone una variación más acentuada que la de los hombres del sector (1,7%), siendo incluso más alto que el registrado por las mujeres trabajadoras en el conjunto de la economía (3,3%). Asimismo, se concentran principalmente en dos actividades: «Actividades de Construcción Especializada», que agrupa al 51% de las afiliadas, y «Construcción de Edificios», con el 44,7%. Entre las dos, aglutinan al 95,6% de las mujeres en el sector; mientras que «Ingeniería Civil» supone el 4,4% restante de las afiliaciones de mujeres en el sector».
Uno de los factores que facilita la integración de mujeres en la obra es el envejecimiento laboral. Actualmente, el 55% de los obreros tienen más de 45 años, 5,2% más que la media. Asimismo, Andimac recuerda que «la construcción sufre un déficit de profesionales de 700.000 trabajadores, que según la patronal CNC son los que necesita la actividad constructora para asumir tanto los compromisos de España en materia de vivienda como de infraestructuras recogidos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia».
La incorporación de mujeres ayuda a cubrir la demanda, al tiempo que fomenta un ambiente más inclusivo. Carolina destaca las ventajas económicas de dedicarse a la construcción frente a otras profesiones tradicionales para mujeres: «en el mundo de la construcción, especialmente en zonas costeras, se paga muy bien. No tenemos limitaciones para acceder a esos empleos. Una peluquera puede ganar 1.000 € al mes, mientras que alicatando se pueden ganar 100 € al día».
Finalmente anima a las mujeres a dedicarse a este sector: «creo que es fundamental que, desde el mundo femenino, veamos la construcción como una posibilidad laboral real. Hasta ahora ha estado más ligada al género masculino, pero no tiene por qué ser así. Ya no estamos picando piedra. Hoy en día existen herramientas que facilitan las tareas más duras, y no tenemos limitaciones físicas que nos impidan hacerlo».
La historia de Carolina es un recordatorio de que los cambios culturales requieren tiempo y visibilidad. Las mujeres que trabajan en la obra ayudan a derribar barreras y a demostrar que la profesión no es exclusiva de los hombres. Asimismo, su experiencia destaca que la construcción puede ofrecer ingresos muy atractivos, estabilidad laboral y la posibilidad de desarrollarse profesionalmente.
Finalmente, lanza un mensaje a todos los profesionales del sector, tanto hombres como mujeres: «les animo a que se tecnifiquen, a que aprendan a hacer las cosas correctamente. Incluso quienes ya trabajan alicatando, porque aquí nos están enseñando muchas técnicas que, en la práctica, no se aplican bien. Se alicata mal. En resumen, creo que todos deberíamos formarnos más, y las mujeres, en especial, debemos integrarnos plenamente en el mundo laboral de la construcción».