EL 'RATING' PASA DE PERSPECTIVA "ESTABLE" A "POSITIVA"

La agencia S&P mejora su nota a España y anticipa una subida de la solvencia de la deuda pública

Tesoro-Emma Navarro
La secretaria general del Tesoro y de Política Financiera, Emma Navarro,

La agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) ha emitido un comunicado en el que mantiene la nota de solvencia de la deuda pública española en el escalón BBB+, modificando su perspectiva de “estable” a “positiva”, abriendo así la puerta a una mejora de la calificación (rating) en los próximos meses. En concreto, la próxima revisión se producirá el 29 de septiembre.

No obstante, antes de esa fecha hay otra cita con las agencias de calificación marcada en el calendario del Ministerio de Economía. El 21 de julio Fitch Ratings realizará su segunda evaluación de la nota española, tras confirmar en enero su calificación BBB+/estable; mientras Moody’s ratificó el pasado 17 de febrero su rating Baa2/estable para España, una nota que examinará nuevamente el 30 de junio y por tercera vez el próximo 20 de octubre.

El Gobierno español espera que poco a poco las agencias de calificación crediticia vayan mejorando el rating de España una vez que han certificado el compromiso que tiene nuestro país en la recuperación de la senda del equilibrio presupuestario. De hecho, al cierre de 2016 el déficit público ha sido del 4,5% del Producto Interior Bruto (PIB), una décima por debajo del compromiso fijado con la Comisión Europea (CE).

Para este año, el proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) contempla una reducción de la brecha fiscal española hasta el 3,1% del PIB, lo que supondrá un ajuste histórico de unos 15.400 millones de euros. Será en 2018 cuando la economía española reduzca el déficit por debajo del 3% del PIB, que es el límite máximo que establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea.

El citado déficit público del 4,5% del PIB en 2016 incluye las ayudas al sector financiero. Sin ellas la brecha fiscal asciende al 4,3% del PIB. Esto supone que el crecimiento económico y la generación de ingresos como consecuencia de la fortaleza del mercado laboral han logrado paliar en parte el aumento del gasto público realizado el pasado año.

Según las cifras avanzadas por Hacienda el déficit del Estado fue del 2,7%, cinco décimas por encima del objetivo inicial del 2,2% establecido por el Gobierno. En cuanto a la brecha fiscal de las comunidades autónomas, fue del 0,8%, una décima superior al máximo planteado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

La clave está, por lo tanto, en las entidades locales, que registraron un superávit de sus cuentas públicas equivalente al 0,6% del PIB, cuando el objetivo era que cerraran el año en equilibrio presupuestario (sin déficit público).

Además del déficit, la otra variable importante para que España logre una mayor confianza de las agencias de calificación es la deuda del conjunto de las Administraciones Públicas cerró el año 2016 en el 99,4% del PIB, cuatro décimas menos que en 2015, en línea con el objetivo pactado con Bruselas, al situarse en 1,107 billones de euros, según datos del Banco de España.

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