Adiós a los cajeros automáticos que conocíamos hasta ahora: todo va a cambiar

La digitalización de la sociedad ha traído consigo una transformación en la forma de realizar pagos y transacciones económicas. Cada vez más personas optan por utilizar aplicaciones móviles o plataformas online que les permiten pagar sin necesidad de usar efectivo o tarjetas físicas. Sin embargo, hay quienes siguen prefiriendo el dinero en metálico y acuden a los cajeros automáticos para obtenerlo. Sin embargo al respecto de estos debemos saber bien cómo funcionan y tener en cuenta los avisos del Banco de España ya que pueden ver algunas cosas que hayan cambiado y nos hagan decir adiós a los cajeros automáticos como los hemos conocido hasta ahora.

Adiós a los cajeros automáticos que conocíamos

Uno de los aspectos que debemos tener en cuenta al usar los cajeros automáticos es el coste que puede suponer. Según el Banco de España, los bancos pueden cobrar comisiones por las operaciones que se realicen en estos aparatos, siempre y cuando informen previamente al cliente de la cantidad y el concepto. De esta forma, podemos decidir si aceptamos o no la operación.

Además, hay que tener en cuenta que las comisiones pueden variar según el banco al que pertenezca el cajero y la entidad emisora de la tarjeta. Por lo general, las comisiones son más bajas o inexistentes si usamos un cajero de nuestro propio banco o de uno asociado. Por el contrario, si usamos un cajero de otra entidad, podemos encontrarnos con comisiones más elevadas.

Por otro lado, también hay que estar atentos a las condiciones que establecen los bancos para el uso de los cajeros automáticos. Algunos bancos pueden exigir un importe mínimo para retirar dinero o limitar el número de operaciones gratuitas al mes. Otros pueden ofrecer ventajas como devolver parte de las comisiones o permitir retirar dinero sin tarjeta mediante un código enviado al móvil.

Seguridad y prevención

Otro aspecto fundamental al usar los cajeros automáticos es la seguridad de nuestras tarjetas y cuentas bancarias. Para evitar ser víctimas de fraudes o robos, debemos seguir una serie de recomendaciones:

• No introducir la tarjeta si el cajero presenta algún signo de manipulación o anomalía.
• Cubrir el teclado con la mano al introducir el PIN y no dejarlo a la vista de otras personas.
• No aceptar ayuda ni consejo de extraños ni dejar que nadie nos distraiga durante la operación.
• Retirar la tarjeta y el dinero tan pronto como sea posible y guardarlos en un lugar seguro.
• Comprobar que el cajero nos devuelve la tarjeta correcta y no otra similar.
• Revisar los recibos y los extractos bancarios para detectar cualquier cargo indebido o irregular.

Y en el caso de que la tarjeta se quede atrapada en el cajero o se produzca algún problema durante la operación, debemos actuar con rapidez:

• Si estamos dentro de una oficina bancaria, debemos avisar al personal del banco para que nos ayuden a recuperar la tarjeta.
• Si estamos fuera de una oficina bancaria, debemos llamar al teléfono de atención al cliente de nuestro banco para solicitar el bloqueo inmediato de la tarjeta.
• En ambos casos, debemos denunciar cualquier uso fraudulento de nuestra tarjeta ante la policía y el banco.

Alternativas y derechos

A pesar de las ventajas que ofrecen los cajeros automáticos, como la rapidez, la comodidad y la disponibilidad, hay personas que prefieren no utilizarlos o hacerlo lo menos posible. Por ello, los clientes tienen el derecho de ser atendidos personalmente por los empleados del banco y no pueden ser obligados a usar los cajeros automáticos. Esta opción es especialmente recomendable para las personas mayores, quienes pueden sentirse más cómodas y seguras al recibir asesoramiento y ayuda de los profesionales del banco.