No es país para planes de pensiones: los españoles prefieren los fondos de inversión

Pensiones
(Foto: iStock)

Es el producto financiero que más está creciendo entre los ahorradores españoles: los fondos de inversión. Se calcula que en nuestro país 9 millones de participes le han perdido el miedo. Los planes de pensiones han dejado de ser atractivos para el ahorrador. Cada vez son más los españoles que prefieren sacar rentabilidad a su dinero.

Los últimos datos del Banco de España despejan las dudas, los fondos de inversión se han convertido en el producto que más ha crecido en el último año (1,4%).

Una tendencia que responde a una de las peculiaridades que hace atractivo este producto financiero: la liquidez. El experto en productos financieros en IAhorro, Antonio Gallardo, afirma que «se sacrifican beneficios fiscales por tener disponible este dinero cuando se quiera».

Gallardo recuerda que nuestro país cuenta con “una tasa de ahorro muy baja y tener parte del mismo en un producto que no puedes disponer le resta mucho atractivo”.

Planes de pensiones

Desde el año 2002, la mayoría del patrimonio invertido en los planes de pensiones ha ido perdiendo valor adquisitivo. En los últimos 15 años, la rentabilidad media anualizada ha sido del 2,02% coincidiendo con el incremento de medio un 2,11% al año en la tasa de inflación anual.

Antonio Gallardo IAhorro señala que éste es “un producto específico para conseguir un capital o renta que cobraremos a la hora de jubilación”, y no se puede hacer líquido antes salvo en casos específicos. Sin embargo, Gallardo destaca el “beneficio fiscal de poder restar hasta 8.000 euros anuales o el 30% de nuestros ingresos de trabajo, a tus ingresos de trabajo o actividades profesionales o empresariales si eres autónomo”.

Mientras se miraba sólo al beneficio fiscal y no al resultado final, Gallardo añade que “son muchos que se han limitado a contratar un producto recomendado en su momento por la entidad financiera sin adaptarlos y el resultado que se ha conseguido ha sido muy pobre”.

Indexar las pensiones a la inflación o IPC

Este sábado 17 de marzo, sindicatos y agentes sociales llaman a los  pensionistas a salir a las calles de España para reivindicar unas pensiones dignas, la revalorización de las mismas conforme al IPC y la defensa del Sistema Público de Pensiones.

Revalorizar las pensiones tomando como referencia la inflación significa aumentar un 1,6%, en lugar del 0,25% que aprobó el Ejecutivo el pasado 1 de enero. Un porcentaje que traducido a euros supone un alza fiscal de 2.100 millones de euros.

En caso de ligar esta revalorización al IPC,  generaría un aumento del gasto cuantificable en 2.175,28 millones de euros en 2018. Una cantidad que se vería aumentada si se tiene en cuenta la “paga adicional”, que propone Podemos, correspondiente a la variación del IPC en 2016 y 2017.

Tras la subida de las pensiones de enero, las prestaciones mínimas de jubilación para los menores de 65 años sin cónyuge alcanza los 598 euros; mientras que los que tengan cónyuge a cargo les corresponde 739,5 euros. Se trata de una cantidad similar al salario mínimo interprofesional (SMI) fijado para este año de 735,9 euros al mes y que podemos propone subir.

Una propuesta prácticamente inasumible con el envejecimiento de la población y la esperanza de vida si se tira sólo de cotizaciones.

 Pese a que los ingresos por cotizaciones sociales alcanzaron en 2017 el máximo histórico de 109.166 millones de euros, (por primera vez las cotizaciones sociales crecieron por encima del gasto en pensiones), la Seguridad Social no tiene la fortaleza suficiente para hacer frente a adelantar la edad de jubilación a los 61 años.

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