Sacyr cumple 30 años marcados por la expansión internacional y su hito en el Canal de Panamá

Sacyr concesiones
El presidente de Sacyr, Manuel Manrique. (Foto: Sacyr)
María Villardón

De pesetas pasaremos a hablar de euros, en 30 años da tiempo a citar el cambio de divisa en España y de la presencia del euro en las cuentas de resultado de las compañías españolas. Sacyr cumple este año tres décadas de vida. Tiene una facturación de algo más de 2.600 millones de euros y su benefició creció en 2015 un 1,8%. Debutaba en Bolsa en 2003 bajo las siglas SYV (Sacyr Vallehermoso) y tiene una capitalización de algo más de 1.000 millones de euros. Hoy, más de la mitad de sus ingresos vienen de las concesiones de la compañía de Manuel Manrique en el exterior.

Cuatro grandes unidades de negocio sustentan la estructura de Sacyr: energía, servicios, construcción y medio ambiente. La diversificación y la expansión internacional son las dos claves del negocio de una de las grandes constructoras españolas. Posee fuerte presencia internacional, trabaja en más de 30 países de todo el mundo, tanto es así que más del 50% de sus ingresos vienen de los mercados exteriores.

La constructora ha cerrado los nueve primeros meses de 2016 con un beneficio neto atribuido de 89 millones de euros, casi seis veces inferior a los 532 millones ganados en los nueve primeros meses de 2015. ¿Por qué? En 2015 las cuentas de Sacyr se vieron infladas por la venta de Testa a Merlin, razón por la cual se dispararon los beneficios. Si descontamos las plusvalías de esta operación, los beneficios de la cotizada habrían subido casi un 26%.

La década de los 90 de Sacyr y su llegada a Chile

Los 80 sirvieron para apuntalar el negocio, consolidar las cuentas y profesionalizar los equipos, incluso para cambiar de sede: se fueron de Zurbano a Orense. En enero de 1987 Sacyr contaba con una plantilla de cuatro personas: dos ingenieros y dos administrativos. A finales de ese mismo año, la facturación de la compañía era de 920 millones de las antiguas pesetas y los fondos propios ascendían hasta los 80 millones. La primera ampliación de capital se hizo en el año, un aumento de 240 millones de pesetas, solo un año más tarde la facturación era de más de 10 millones de pesetas y los fondos propios aumentaron hasta los 264 millones. El 89 fue el primer año que Sacyr consigue generar beneficios para ir capitalizando la compañía.

Pero la llegada de los años 90 fueron clave para Sacyr, es la década en la que comienzan a abrirse a los mercados internacionales, hacer compras como el 50% de la compañía SATO (maquinaria). A los contratos de grandes obras civiles en España, se sumaban otros proyectos en países de Latinoamérica: en 1997 desembarca en Chile para hacerse con el negocio de las autopistas. Sacyr Chile es el primer inversor privado de construcción y concesiones en Chile, país en el que comenzó su actividad en 1996; desde entonces ha ejecutado proyectos de obra civil e infraestructura por valor de 2.000 millones de euros.

En 1991 la facturación crece un 40% y un año más tarde alcanza los 1.200 millones de pesetas de beneficio. Es más, ese año es nombrada como la empresa constructora más rentable frente a sus competidoras.

Consolidación de la expansión internacional

En enero del 2000 tiene un adjudicatario de obras de 700 millones de euros y una plantilla de 3.500 empleados. Con el crecimiento noventero, Sacyr adquiere el 24,5% de las acciones de la inmobiliaria Vallehermoso. Ambos consejos de administración dan el “sí, quiero” a la fusión por absorción de las dos compañías, dando lugar a la actual Sacyr Vallehermoso. En 2003, la compañía debuta en Bolsa con la acción a un euro, hoy su capitalización en mercado asciende a algo más de 1.000 millones de euros.

Con la llegada del nuevo milenio acomete una nueva ampliación de capital y adquiere el 27% de la portuguesa Somague y el 50% de Iberpistas. Posteriormente, entró en Costa Rica e Irlanda, también con proyectos de construcción y concesión; y en Italia con obras viarias y ferroviarias a través de su filial SIS.

Canal de Panamá.

Hace una década Sacyr compraba un 9,23% de las acciones de Repsol YPF por 2.855 millones de euros convirtiéndose en uno de los principales accionistas, hoy las acciones que posee descienden hasta el 8,89% y este año la constructora ha cobrado 93 millones de euros de dividendo de la petrolera.

2009 y el Canal de Panamá fueron un punto de inflexión en la vida de Sacyr, la misma compañía confiesa que los trabajos en el país latinoamericano marcarían una etapa en la vida de la empresa. El Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por Sacyr y formado por la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Cusa consiguió en agosto de ese año el mayor contrato de la ampliación del Canal de Panamá y la mayor obra de ingeniería internacional.

Una obra que no ha estado, ni está, exenta de titulares

El Gobierno de Panamá se está frotando las manos al ver cómo la ampliación del Canal que ha realizado el consorcio liderado por Sacyr está generando unos mayores ingresos de los esperados. Gracias a que ahora pueden pasar buques más grandes y en un menor periodo de tiempo, el Departamento del Tesoro del país centroamericano ha elevado hasta 1.600 millones de dólares los ingresos que recibirán las arcas públicas panameñas por el nuevo Canal, lo que supone un incremento del 60% respecto a los 1.000 millones del pasado año.

Sin embargo, los réditos económicos que está logrando Panamá gracias a la nueva infraestructura no están variando un ápice el inmovilismo del Gobierno del país a la hora de aceptar que debe abonar al consorcio liderado por Sacyr una parte de los sobrecostes.

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