Las expectativas que el Real Madrid tenía con Vinicius Junior comienzan a cumplirse. El futbolista del conjunto madridista se confirma como un indiscutible para Zidane en el once, después de otro gran partido ante el Mallorca. El brasileño volvió a ser el mejor de su equipo, siendo el principal bastión de los blancos en el ataque una vez más. Vini marcó y generó casi todo el peligro que llevaron los madridistas al área bermellona, confirmando que sigue creciendo y que está un momento de forma increíble.
El jugador no deja de demostrar que merece un hueco entre las estrellas de la plantilla y Zidane le corresponde. El técnico siempre ha confiado en las posibilidades de la perla canarinha, pero no ha tenido prisa por darle protagonismo. Ahora que Vinicius ha cogido definitivamente las riendas de la ofensiva de los blancos, se ha ganado ser un habitual en los planes del francés.
Ante el Mallorca volvió a demostrar que el confinamiento le ha sentado bien. Si antes del aplazamiento de la Liga por el coronavirus el brasileño se reivindicaba con un gol y una gran actuación en el Clásico que ponía a los blancos como líderes de la competición, con la vuelta del fútbol está dejando claro que va a ser complicado verle sentado en el banquillo.
Vinicius coge galones
Vinicius está en un estado de forma espectacular. El brasileño está cogiendo galones y no parece tener problemas a la hora de hacerse cargo de la producción del juego de ataque del Madrid, por delante de Benzema o Hazard, que deberían ser los encargados de hacerlo. Pese a su juventud, el brasileño no se arruga y se ha convertido en un jugador imprescindible para los intereses madridistas.
Por si fuera poco, en el duelo contra el Mallorca, despejó los fantasmas sobre su mal definición. Las clases particulares que ha dado a lo largo de la temporada empiezan a dar resultado y ha presentado una mejora en su efectividad de cara a gol. Ante los bermellones hizo un auténtico golazo, picando el balón por encima de Reina. Vinicius se ha ganado un hueco y será difícil verle fuera del once en lo que queda de Liga, más aún en un momento en el que el apretado calendario obliga a disponer de los que mejor están.
