Ancelotti recupera a su muro. Aurélien Tchouaméni está de vuelta. El mediocentro francés ya está recuperado de la lesión que sufrió en el Clásico que se celebró el pasado 28 de octubre, donde el galo sufrió una fractura por estrés incompleta en el segundo metatarsiano del pie izquierdo. Una dolencia que le ha tenido siete semanas en la enfermería, pero de la que ya se ha recuperado.
Sin duda, esta es una grandísima noticia para Ancelotti, ya que Tchouaméni es uno de esos jugadores capitales dentro del equipo. Uno de los futbolistas que sostienen a los blancos partido tras partido desde la medular. No es el que más brilla, pero su trabajo es indispensable para que el equipo funcione como debe.
Esta temporada, Ancelotti ha dejado claro desde el primer día que Tchouaméni es un fijo para él. Antes de su lesión, el francés había disputado 1.019 minutos, el 81% de aquellos en que ha estado disponible. De hecho, cuando ha estado listo para jugar sólo fue suplente una vez en Liga y el resultado le dejó claro al italiano que no podía volver a pasar.
Fue en el derbi contra el Atlético de Madrid que se celebró en el Metropolitano. Ancelotti apostó por dar entrada a Modric y Kroos, sacrificando a Tchouaméni. ¿El resultado? La única derrota que el Real Madrid ha sufrido esta temporada. Esa noche quedó en evidencia que la importancia del francés es capital.
Tchouaméni saltó al campo al inicio de la segunda mitad, pero aquella decisión le enfadó. No tuvo un mal gesto con el entrenador, pero sí le dolió quedarse en el banquillo en el primer gran duelo de la temporada. Después, Ancelotti ya tuvo claro que el francés iba a ser un fijo en el pivote madridista en todos los partidos grandes.
Tchouaméni es una pieza fundamental en el centro del campo. El pivote donde se apoyan los blancos. Su juego no es tan vistoso como el de otros, pero sí es imprescindible. Corta, juega y da equilibrio a la idea de Carlo Ancelotti. El italiano confía ciegamente en él. Un chico para todo y un elegido para el centro del campo.
Tchouaméni no se toca
A pesar de los rumores que aparecieron tras su primera temporada en el Real Madrid, donde fue de más a menos, ya que tras el Mundial no fue capaz de recuperar su mejor nivel y Ancelotti decidió prescindir de él en los partidos más importantes, como las semifinales de Champions contra el Manchester City.
Esta situación disparó los rumores sobre una posible venta, pero el club siempre tuvo claro que no se iba a escuchar nada. Tchouaméni es el presente y, sobre todo, el futuro del Real Madrid. El club tenía claro que la apuesta era segura y el francés lo está dejando claro en esta segunda temporada. Por ello, aunque ha sido tentado desde la Premier, tanto el futbolista como la entidad han tenido claro que no iban a escuchar absolutamente nada.
