Vinicius es madridismo puro. Lo demuestra día a día, cuando se señala y se besa el escudo tras cada gol, cuando alienta a la afición durante un partido, en cada declaración pública de amor hacia el club… y en Leipzig volvió a hacerlo pero, esta vez, con un salto casi acrobático cuando se dirigía a la grada para regalar su camiseta a unos aficionados. El brasileño tuvo que recurrir a esta maniobra para no pisar el escudo del Real Madrid.
El delantero blanco se dirigía hacia los aficionados sin mirar al suelo y sin percatarse de que iba a pasar por encima de una colchoneta que tenía impreso el escudo del Real Madrid. Cuando el carioca pisó la superficie, miró hacia abajo y, al ver el símbolo madridista por excelencia, realizó un salto que casi le cuesta un tropiezo con el objetivo de no pisarlo.
Una vez salvado el momento, Vinicius llegó hasta los aficionados que le esperaban y les lanzó su camiseta, sin duda, un regalo y un momento que no olvidarán nunca y que fue el complemento perfecto para la victoria en Alemania que deja a tan solo un pasito la ronda de cuartos de final de la Champions.
Sin duda, una demostración más del madridismo del que ha hecho gala el futbolista brasileño desde su llegada al club blanco, hace ya seis temporadas. Es complicado encontrar jugadores que sientan de esta forma el escudo de su club, algo que, sin embargo, está muy extendido en la actual plantilla que dirige Carlo Ancelotti.
Otros ejemplos de jugadores que exhiben su madridismo y que llevan menos tiempo en el club son Brahim, Camavinga, Tchouameni o Bellingham. A buen seguro, ese sentimiento de pertenencia es uno de los ingredientes que permiten que los resultados deportivos y los títulos vayan llegando uno detrás de otro.
El vídeo de Vinicius se ha hecho viral en redes sociales y ha desatado los elogios y los aplausos de todos los aficionados que ven en el delantero brasileño, no solo un valor deportivo de futuro, sino también un referente madridista que encarna los valores del club.
La falta de respeto de Marcos Llorente
El del brasileño es un gesto que contrasta con el que se vivió hace tan solo unos días en el estadio Santiago Bernabéu, cuando Marcos Llorente, canterano blanco, no tuvo ningún reparo en pisar el escudo del Real Madrid y faltar al respeto al club que le vio crecer futbolísticamente y que le dio la oportunidad de debutar como profesional y de obtener su primer contrato como jugador de la primera plantilla.
El actual jugador del Atlético de Madrid fue, además, el encargado de marcar el gol del empate en el tiempo de prolongación y el responsable de evitar la victoria blanca en el derbi madrileño. El centrocampista español dio sus primeros pasos en el Santiago Bernabéu que se vieron interrumpidos por su cesión al Deportivo Alavés. A su vuelta, y tras no lograr la confianza de Zinedine Zidane, el club autorizó su venta al Atlético de Madrid por una cantidad cercana a los cuarenta millones de euros.
