El Real Madrid continúa con su política de fichajes instaurada en los últimos años. La llegada de Eduardo Camavinga es una muestra más de la apuesta del club por los jugadores jóvenes y con proyección. A sus 19 años, el mediocentro se convierte en futbolista del conjunto blanco, en el que le espera un futuro prometedor. Un salto de gigante en su carrera para un jugador que ya se había convertido de manera precoz en una referencia en el Stade Rennes. Todo a la espera de la llegada de Haaland y Mbappé el próximo año 2022.
El club tiene un proyecto en mente más que ambicioso con el que esperan recuperar en los próximos años el trono europeo. Después de firmar una de las épocas más doradas de su historia, en el Bernabéu llevan varios años trabajando en configurar la plantilla del futuro. El cambio del orden económico instaurado por los clubes-Estado y por los equipos de la Premier les ha llevado a enfocar de forma distinta los fichajes de las últimas temporadas.
Para volver a dominar el fútbol continental, el Madrid comenzó hace varios años a peinar el mercado en busca de jóvenes talentos. Así se han sucedido a lo largo de las últimas temporadas los fichajes de Vinicius, Rodrygo, Militao, Reinier o Valverde, a los que ahora se suma la llegada de Camavinga. Además de rodearse en las últimas temporadas de futbolistas jóvenes, que aún están por pulir, los fichajes de estrellas contrastadas no han parado. El club ha sabido sacar el máximo partido de las situaciones contractuales de sus objetivos, para poder ficharles en el último año de contrato o cuando han quedado libres. Es así como llegaron Courtois, Hazard o Alaba.
Sin embargo, el proyecto del conjunto blanco va más allá. Después de cerrar la llegada del joven futbolista francés, el objetivo ahora está puesto en poder completar con éxito la llegada del que es el gran deseado para la cúpula del club: Kylian Mbappé. La ofensiva realizada por la estrella de Bondy no ha llegado a buen puerto este verano y ahora el objetivo de la entidad madridista es firmarlo para el próximo mes de enero, cuando pasará a ser gratis. Mbappé sería la piedra angular del nuevo proyecto de Florentino Pérez para los próximos años. Un fichaje galáctico con el que los blancos pasarían a estar en la terna de favoritos de todas las competiciones que disputen. Pero no es la única llegada que falta para completar el Madrid del futuro. Al francés se le sumaría el que va a ser el gran objetivo de 2022, Erling Haaland. Los madridistas esperan poder dar un golpe sobre la mesa el próximo verano, juntando a los dos jugadores llamados a dominar el futuro en el mismo equipo.
Blindados ante los jeques
Aunque la ofensiva por Mbappé pareció empezar hace apenas dos semanas, lo cierto es que viene de lejos. El Real Madrid se ha ido blindando para evitar que cualquier club, en especial el PSG, pueda tocar a alguno de los suyos. Por eso, han ido acelerando las renovaciones de gran parte de ellos, asegurándose su continuidad y elevando de paso las cláusulas de rescisión a cantidades que alcanzan los 1.000 millones de euros.
En los últimos meses, buena parte de la plantilla ha desfilado por las oficinas de Valdebebas, firmando sus nuevos contratos, con los que los madridistas se han asegurado poder contar con una base sólida de veteranos que aporte la experiencia y calidad necesaria en los momentos decisivos.
Por el momento, cinco jugadores han ampliado su vinculación para las próximas temporadas. Al que antes le cumplirá es a Karim Benzema, que terminaba contrato en 2022, pero que ha prolongado por una temporada más, hasta 2023. Lucas Vázquez firmó al final de la temporada pasada su renovación hasta 2024, mientras que Dani Carvajal y Carlos Casemiro lo han hecho en las últimas semanas hasta 2025, fecha en la que también terminarían contrato Vinicius, Mendy, Rodrygo y Militao.
La llegada de David Alaba fue la que precedió a la de Camavinga. El austriaco, en el punto álgido de su carrera, después de ganar todo con el Bayern, se unió a la disciplina madridista hasta 2026. Pero no es el único que termina contrato en esa fecha, ya que Courtois ha ampliado hasta entonces su vinculación.
Si hay un caso que destaca por encima del resto, es el de Fede Valverde. Llamado a convertirse en uno de los estandartes del madridismo en los próximos años, el uruguayo se ha metido en el bolsillo a la afición y a la directiva a base de mezclar su calidad con su enorme entrega. La directiva sabe que tiene en él jugador por muchos años, lo que les ha llevado a asegurárselo hasta junio de 2027.
