Casemiro sigue en alerta amarilla. El brasileño lleva con cuatro cartulinas desde el duelo que enfrentó al Real Madrid ante el Eibar en el estadio Alfredo di Stéfano. Frente al Valencia logró acabar los 90 minutos sin ser amonestado, lo que le permitirá estar en el trascendental encuentro que medirá a los blancos con la Real Sociedad en el Reale Arena, donde una victoria devolvería a los de Zidane al liderato.
Pero Casemiro ahora tiene que decidir si ve una tarjeta ante la Real Sociedad que le obligaría a perderse el duelo frente al Mallorca del próximo martes que el Real Madrid tiene que jugar en Valdebebas, a priori, un encuentro asequible para los blancos, o sigue resistiendo y no fuerza ninguna tarjeta en los ocho partidos que le quedarán a los madridistas tras medirse a los donostiarras. Con el riesgo que conlleva, ya que los blancos tienen que visitar plazas complicadas como San Mamés.
La última vez que Casemiro se vio en esta tesitura fue en los encuentros previos a la disputa del Clásico de la primera vuelta. En aquel momento, Zidane y el brasileño decidieron no forzar, aunque para asegurarse la presencia del mediocentro en el Camp Nou, Zizou no le alineó ante el Valencia en Mestalla. Finalmente, la amarilla la vio ante los azulgranas y Case se perdió el duelo contra el Athletic que los blancos terminaron empatando en el Santiago Bernabéu.
La presencia de Casemiro en el equipo es capital. Es uno de los hombres más imprescindibles en la plantilla de Zidane. De hecho, esta temporada en Liga tan sólo se perdió 30 minutos ante el Levante, descansó ante el Valencia para llegar al Clásico y el duelo frente al Athletic en el que estaba sancionado. El resto lo ha jugado todo, lo que demuestra la importancia que el brasileño tiene en el equipo blanco. Su figura con el paso de los años ha ido creciendo hasta convertirse en un futbolista irremplazable y que, en la actual plantilla, no tiene un relevo puro.
