El VAR y los penaltis despiden a Uruguay de la Copa América

La selección de Perú dio la gran sorpresa de los cuartos de final de la Copa América tras eliminar a Uruguay en la tercera tanda de penaltis de la ronda. El combinado charrúa se despide tras ver cómo se le anulaban tres goles en el tiempo reglamentario a instancias del VAR y más tarde uno de sus estandartes, Luis Suárez, fallaba el penalti decisivo en la tanda. El 0-0 del tiempo reglamentario obligó a ambas selecciones a jugarse el pase desde los once metros y ahí, la perfección peruana marcó la diferencia para confirmar el sorpasso y consiguiente pase a semifinales.

Sea por el mal estado del césped, la temperatura o lo conservador de los planteamientos de las selecciones, esta Copa América no pasará a la historia por lo espectacular del juego y lo abultado de sus marcadores, pero sí por la igualdad manifiesta entre las selecciones participantes. Si unas horas antes Colombia decía adiós a sus opciones sin haber recibido un gol en todo el torneo, Uruguay debía rendirse ante Perú tras un encuentro dominado de principio a fin por los de Tabárez, que pecaron de desacierto durante los 90 minutos de cara a la portería defendida por Gallese.

Esta falta de puntería se vio aderezada por la mala suerte, la que llevó al colegiado del partido a anular hasta en tres ocasiones los tantos de De Arrascaeta, Cavani y Luis Suárez a instancias del VAR. Decisiones muy justas, pero correctas, que dejaron a Uruguay con el cero en el luminoso al término de los 90 minutos. Por medio de Guerrero, Perú también llevó algo de peligro hacia Muslera, pero el sobresaliente partido de Giménez acabó con él antes de que los charrúa pudieran temer por un gol encajado.

Una vez llegados a la suerte de los penaltis, Luis Suárez tomó la responsabilidad como tirador contrastado y peso pesado del vestuario, pero su mal partido se tradujo a la tanda y Gallese, con sus partes nobles, detuvo el lanzamiento para delirio de la afición. Era el primero de la serie, pero sería el único fallado, con un acierto estelar por parte de los peruanos que les sirvió para completar la machada y meterse, por pleno derecho, en las semifinales de la Copa América.