Nadal-Federer: historias de un duelo que elevó el tenis a la categoría de arte

Rafa Nadal cuenta con un balance muy favorable ante Roger Federer. Ambos se han enfrentado un total de 34 veces en su carrera profesional. El español ha ganado la gran mayoría de los partidos frente al que ha sido su eterno rival durante tantos años. Nadal llega a este partido con un balance de 23 victorias y 11 derrotas frente al tenista suizo y desplegando un juego magistral, que le ha convertido en imbatible. En los últimos 10 encuentros entre ambos, Federer solo ha conseguido ganarle en tres ocasiones.

El balear le tiene tomada la medida a su rival. Le ha ganado el 68% de las veces que se han visto las caras. Un porcentaje bastante elevado teniendo en cuenta la calidad de los dos tenistas. Hace casi dos años que los dos genios de la raqueta, dos leyendas vivas de este deporte, no se cruzan en un torneo. La última vez fue en la final de Basilea 2015, en casa de Roger. Allí se impuso el jugador local en tres mangas (6-3, 5-7 y 6-3).

Desde entonces las lesiones les han golpeado con dureza, impidiendo que el tenis pudiera vibrar con los duelos entre Federer y Nadal. Pero ahora han vuelto más fuertes que nunca, dispuestos a rememorar esas grandes finales que han pasado a formar parte de la historia de este deporte. De los 34 partidos que se han enfrentado, 21 han sido en finales. 

Rafa también gana más finales

El balance también es bastante favorable al tenista de Manacor, en lo que respecta a finales ganadas. De las 21 veces que se han visto las caras, 14 de ellas han terminado con triunfo para Nadal y tan sólo siete se han saldo con victoria del helvético. Rafa le tiene tomada la medida a Roger y más aún cuando se enfrentan en un Grand Slam.

Hasta en 13 ocasiones se han enfrentado en un choque correspondiente a uno de los cuatro grandes torneos del circuito. Federer sólo ha podido ganarle dos partidos, ambos en Wimbledon, el resto se han saldado con victoria del español. Nunca le ha ganado en una pista que no fuera la hierba londinense, pero aún así Nadal es consciente que debe desplegar su mejor versión si quiere volver a reinar en tierras australianas.