Tenis

Provocar a Badosa, la técnica de su entrenador para sacar el mejor nivel: «Cabreada es otra jugadora»

Pol Toledo, entrenadora de la española, desvela que le dice comentarios para que se enfade y saque su fuerza

Badosa vence a Danilovic y alcanza por primera vez los cuartos en el Open de Australia

Badosa
Badosa celebra su victoria sobre Danilovic. (Getty)

Melbourne asiste al culmen de una redención, la de Paula Badosa, que arriba en las rondas finales del Grand Slam de las Antípodas. Tercera vez en su carrera que se presenta en dicho escenario de una major tras las experiencias de Roland Garros 2021 y US Open 2024. La española se encuentra donde quería, en las rondas calientes de un Grand Slam y con la oportunidad de asaltar el top 10 del ranking.

Es una de las ambiciones de Badosa, que tenía claro desde pequeña que quería sentarse con las mejores tenistas del día. Y lo ha conseguido pese a las comparaciones iniciales en su carrera con Sharapova, que no ayudaron, y las lesiones que le enviaron al diván. La española es una tenista temperamental, ambiciosa y testaruda, que ha sabido levantarse de los meses finales de 2022, cuando perdió nueve de sus once últimos partidos, y la lesión en la vértebra en 2023. Badosa ha transformado el dolor en confianza.

Ha vuelto a sacar el puño. Pol Toledo, su entrenador, conoce su valentía y la incentiva en los entrenamientos para que salga a relucir en los partidos. «Hay muchas veces que la provoco. Le digo cosas para que se pueda en algún momento cabrear conmigo, porque es que es otra jugadora. Cuando ella grita, cuando ella juega cabreada, con esa cara que ya conocéis, es otra jugadora y es una cosa que necesita. Sobre todo en algún momento de duda. Es lo que se le intenta transmitir para que ella pueda hacer el clic y volver a ser agresiva o protagonista en pista», detalla Pol Toledo, entrenador de Badosa.

Pol Toledo, que llegó a ser el número 372 de ranking ATP en 2018, empezó a trabajar con Badosa en la primavera de 2023, justo en un momento en el que la tenista atravesaba un periodo valle. Junto a Pol, desconocido para la mayor parte del público, pero amigo suyo de la infancia, ha regresado a los primeros planos del tenis.

«Tenemos mucha confianza por ser amigos. Hay cosas buenas y cosas malas en eso. ¿Cosas buenas? Que le puedo decir lo que pienso siempre. Por mucho que a veces no le guste escucharlo. ¿Y cosas malas? Que a veces nos peleamos más de lo normal. Pero por encima de eso, yo creo que es una cosa buena que tengo con ella. Porque si no, a lo mejor no tendría esa confianza para decirle todo lo que se le tiene que decir», asegura Pol.

Su complicidad quedó patente cuando Badosa, en pleno partido, le realizó gestos para que bajara a jugar. «Me lo decía a mí, no a Tsitsipas. Prefiero que ella saque la personalidad que tiene en pista, que no se la guarde. Porque para mí es una jugadora que necesita eso en la pista. Que grite, que conecte con el público. Si hace falta cabrearse, que se cabree», detalla Toledo, quien mantiene el objetivo de asentar a Badosa en las rondas finales de cada Grand Slam. Este martes, ante Gauff, puede colarse en sus primeras semifinales de un major.

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