Piqué no deja que se pinche el globo del Barcelona
El Barcelona sumó su primera victoria en la Champions con sufrimiento (1-0) y evitó una tragedia tras vencer a un débil Dinamo de Kiev
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El Barcelona se agarra a la Champions. El conjunto culé se aprovechó de la debilidad del Dinamo de Kiev para sumar su primera victoria en la competición y evitar una tragedia. Piqué allanó el camino al triunfo en la primera mitad y el conjunto culé sufrió en la segunda tras no ser capaz de sentenciar el partido. Aún así, los de Ronald Koeman están obligados a sacar los tres puntos en su próxima visita al Olímpico de Kiev para seguir vivo en la máxima competición europea.
El rival no era de gran caché pero los dígitos en la tabla convertían el Barcelona – Dinamo de Kiev del Camp Nou en un partido de alta alcurnia. Para el equipo de Ronald Koeman era ganar para seguir vivo en Champions o que su clasificación para octavos adquiriera tintes dramáticos. El conjunto culé inició el duelo a la cola del grupo con cero puntos en el casillero. Así que la guadaña de la Europa League se atisbaba en el horizonte en un feudo blaugrana que estuvo por bajo de la media entrada en el partido más trascendente de la temporada hasta la fecha.
Pese a la relevancia del partido, Ronald Koeman reservó a Ansu Fati pensando en el Clásico y apostó por Luuk De Jong. Pese a que el extremo es la gran ilusión a la que se agarra un club en ruinas, el holandés prefirió no saturar sus piernas con el punto de mira puesto en el Real Madrid. En el banquillo también esperaba su oportunidad Agüero mientras que Lenglet, volvía al once ante las ausencias de Araújo por lesión y de un Eric García que fue expulsado tras sufrir un calvario en Lisboa.
El Barcelona se jugaba la vida y desde el primer minuto se le vio la sangre en los ojos. En la primera jugada del duelo, Memphis desbordó partiendo desde la izquierda, se la entregó a Jordi Alba y este puso un centro medido a la cabeza de un Dest que falló cuando lo tenía todo a favor para encarrilar la victoria culé. La jugada se repitió de forma idéntica un par de minutos después. El lateral la puso de diez pero el remate del americano rozó el suspenso. El equipo catalán hacía méritos para adelantarse en el marcador pero cuando más se esmeraba en ataque Vitaliy Buyalskiy hizo recordar a los culés que son un equipo endeble atrás al que cualquiera puede complicar. El veloz delantero se marchó en solitario a la contra y a punto estuvo de dar un susto. De Jong respondió fallando de forma incomprensible un remate de cabeza después de un buen centro de Memphis al saque de una falta. Acto seguido el meta Bushchan evitó el primero del delantero holandés. El equipo de Koeman estaba mereciendo el primero y Dest tuvo su tercera ocasión pero falló solo dentro del área.
Piqué allana el camino… y sufrimiento final
Hasta que llegó Piqué. En plena ofensiva culé, el central apareció dentro del área para mandar el balón a la red y hacer el primer tanto del Barcelona en la presenta edición de la Champions… en el tercer partido. El gol del catalán encarriló la victoria de un Barcelona muy superior a un Dinamo de Kiev al que le temblaron las piernas en el Camp Nou. El gol desatasco un partido que se fue encarrilado al descanso. Tras el paso por los vestuarios, Ansu Fati entró al terreno de juego y la media entrada que hizo acto de presencia en el estadio lo agradeció.
Frenkie De Jong quiso entregar un gol a la joven estrella pero pecó de solidario a los cinco minutos de la segunda mitad. Segundos después estuvo a punto de marcar de chilena después de un craso error del portero del Dinamo de Kiev. No importaba el resultado: el Camp Nou coreaba su nombre. El público culé contuvo la respiración después de un posible penalti de Lenglet que revisó el VAR. Finalmente el francés se libró pero jugó con fuego. A falta de media hora un gol del conjunto ucraniano podía ser dramático. Poco a poco el Dinamo de Kiev fue cogiendo galones en el partido y el conjunto culé sufría. Al final no hubo tragedia y el Barcelona sigue vivo en la Champions. Aún tendrá que remar para estar en octavos.