La misión especial de Adrian Newey en Aston Martin y cómo afecta a Fernando Alonso
Adrian Newey no tendrá excesiva influencia en el coche que prepara la escudería para el Mundial de 2026
En Red Bull ya llevaba unos años desempeñando el rol de asesor técnico y lo mantendrá en Silverstone
Ya es oficial: ¡Adrian Newey ficha por Aston Martin!
El fichaje de Adrian Newey por Aston Martin es un secreto a voces y la euforia ya se generó ante incluso de que el movimiento se oficializara, algo totalmente lógico debido a la influencia de uno de los grandes nombres del Gran Circo en su historia reciente. El desembarco de Newey junto a Fernando Alonso volverá a hacer confiar a miles de aficionados españoles a la Fórmula 1 en que la construcción de un coche capaz de llevarle a su tercer campeonato del mundo es posible. Sin embargo, los plazos que se marcan tanto desde la fábrica de Silverstone como el propio ingeniero indican que la influencia de este en los resultados se cocinará a fuego lento.
Aunque Aston Martin no se encuentre actualmente en período de bonanzas –quintos en la clasificación de constructores y a 218 puntos del cuarto (Mercedes)–, sabe que la importancia de Newey debe ser un proceso, con el fin de no alterar el trabajo que ya se ha hecho en los monoplazas del futuro. Claro está que el británico no podrá sumergirse en el desarrollo del coche de 2025, ya que la norma del gardening se lo impide.
El plazo de seis meses desde que abandone Red Bull, algo que sucedería el viernes 6 de septiembre, día en el que finalizó su contrato, le prohíbe formar parte de los últimos retoques del vehículo que la escudería inglesa llevará a la parrilla del siguiente Mundial. Aclarado esto, Newey llega con el principal objetivo de emplearse a fondo y empaparse de cada fleco del nuevo reglamento que entrará en vigor en 2026.
Esto tampoco significa que Newey vaya a diseñar el monoplaza de dicho año, una temporada para la que casi todo son incertidumbres y en la que lo que está por suceder es imprevisible. Es por eso que el principal artífice de los siete coches ganadores de títulos de constructores utilizará ese primer campeonato con las nuevas normas como enseñanza. Para él, mantendrá ese rol que lleva desempeñando desde hace unos años en Red Bull, el de asesor técnico.
Newey supervisaría el coche de Fernando Alonso en 2026
Newey supervisará todos y cada uno de los detalles de dicho monoplaza durante su conducción, un vehículo que ahora mismo se encuentra en fase beta y cuyos primeros bocetos ya han sido realizados. Recordemos que los miembros de la escudería no podrán en ningún caso ponerse manos a la obra con él hasta enero de 2025, según el reglamento de la F1.
Aun así, su desarrollo inicial ya ha empezado y el primer modelo aerodinámico se podrá testear en el túnel de viento de Mercedes en 2026, a la espera que el fabricado por Aston Martin llegue poco después, aunque durante ese año las primeras fases del coche se harán usando el antiguo. Todo ello se está cocinando en esa fábrica de Silverstone que enamoró a Newey en su visita de hace unos meses, un lugar que fue clave para un fichaje que está al caer y que será el más importante de los últimos años en la F1, más incluso que el de Lewis Hamilton por Ferrari.
Cabe recordar que el motor de 2026 será Honda y que este lleva de dos a tres cursos ya en desarrollo, de ahí que el papel de Newey se debería comenzar a notar más adelante. Aclarados los plazos, ¿qué pasa con Alonso? Todo el mundo sabe que el deseo tanto de uno como de otro de trabajar juntos viene de años atrás, pero lo cierto es que el contrato del piloto asturiano le limita en este sentido.
La escudería se forja antes de su llegada
Si, como se espera, la gran obra del inglés viera la luz en 2027, en forma de monoplaza lógicamente y con el nuevo reglamento bien aplicado, podría no ser Alonso el que lo degustase rumbo a su tercer Mundial. Para cubrirse las espaldas, Aston Martin ya anunció hace unos meses los fichajes de Enrico Cardile, mítico ingeniero de chasis de Ferrari, y de Andy Cowell, denominado ‘el Newey de los motores’.
Estos dos ingenieros sí que se pondrán manos a la obra desde el inicio de 2025 y servirán como antesala de la llegada de Newey, que impulsará definitivamente un proyecto por el que Aston Martin y su propietario, Lawrence Stroll, están dispuestos a romper la banca. En cuestiones de salario, se estima que el británico ingresará 25 millones de euros por cuatro temporadas. Así se orquestará el empujón definitivo con el que Alonso intente asestar su último golpe hacia la gloria.