Marcó el gol que forzaba la prórroga en el 93

La noche en la que Piqué fue Sergio Ramos

Gerard Piqué fue el héroe de la remontada del Barça ante el Sevilla. El central anotó un gol decisivo en el minuto 93 que mandaba el partido a la prórroga

Fue el premio a su gran partido, en el que lideró al equipo desde la defensa de tres, tiró de veteranía y terminó jugando lesionado después de caer en la segunda parte de la prórroga

Piqué
Gerard Piqué celebra su gol ante el Sevilla. (Getty)
Miguel Zorío

Gerard Piqué se convirtió en el héroe del Barcelona con un gol al estilo Sergio Ramos, en el minuto 93. El camero es especialista en ese tipo de tantos pero esta vez fue el central azulgrana el que se vistió de salvador para igualar la eliminatoria, y forzar la prórroga ante el Sevilla. Fue el premio a un partido para enmarcar, en el que el Barça estuvo muy cerca de quedarse fuera. La celebración de Piqué así lo mostraba. Soltó toda la tensión del partido. Ese gol valía oro, por el minuto, por lo que suponía y porque habían merecido la remontada.

Tras el partido, Koeman se rindió a su futbolista y le calificó como «uno de los líderes indiscutibles del equipo». «Gerard ha demostrado ser uno de los líderes indiscutibles del equipo y ha sido decisivo para nosotros con su gol. Pero no es justo destacar a un solo jugador», dijo el técnico en rueda de prensa. Piqué lideró la defensa de tres e impidió que el Sevilla pudiera hacer gala de su poderío ofensivo, y en todo el partido tiraron tres veces a puerta y una de ellas fue de penalti.

Los delanteros del conjunto nervionense estuvieron desaparecidos, y en gran parte fue culpa de Piqué. Para rematar se colocó de falso 9 en los minutos finales con la esperanza de cazar alguna en el área y mandarla para adentro. Y así lo hizo. Pese a su dominio el Barcelona no conseguía el segundo gol, el que igualaba la eliminatoria. Como es habitual, cuando el equipo va perdiendo o necesita marcar para lograr la remontada, como era el caso ante el Sevilla, se puso de delantero y en la última jugada consiguió cazar una y la mandó al fondo de la portería de Vaclik.

Un gol salvador que daba una vida extra a los pupilos de Koeman, que además estaban con uno más después de que Fernando fuera expulsado dos minutos antes. Desgraciadamente el esfuerzo de todo el partido y la acumulación de minutos le terminó pasando factura. Nada más empezar la segunda parte de la prórroga se lesionó. El central hacía saltar todas las alarmas al quedarse tendido en el suelo llevándose las manos a las rodillas. Finalmente, las pruebas han determinado que sufre un esguince en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha.

Jugó la prórroga lesionado

Todo hacía indicar que no podía seguir y al Barça ya no le quedaban cambios. A pesar de no poder continuar y de estar cojo, Piqué siguió. Como capitán se quedó en el campo para ayudar a sus compañeros lo que restaba de partido. No podía hacer prácticamente nada, de hecho cada balón que le venía lo golpeaba con la izquierda.

Era evidente que estaba lesionado pero él decidió seguir como muestra de su implicación. Consciente de que un gol del Sevilla les podía privar de jugar la final de la Copa prefirió continuar para cubrir el hueco y dirigir la defensa. Lo cierto es que venía de forzar contra el PSG después de una recuperación milagrosa. Nadie le esperaba pero él sabía lo importante que era ese partido y decidió jugar.

Desde entonces, Koeman ha ido regulando sus minutos para no forzarle en exceso aunque ha sido titular en todos los partidos desde que reapareció. Esto demuestra que es un futbolista mucho más maduro y más centrado en el equipo que nunca. Piqué ha vuelto para rescatar al Barça cuando peor estaba, para devolverle a la lucha por la Liga y meterle en la final de Copa. Pero ese esfuerzo le ha salido caro. Habrá que esperar a las pruebas para conocer el alcance de la lesión, aunque es seguro que tendrá que parar durante una temporada.

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