Neymar fracasa en su regreso
Neymar se vistió de corto por primera vez esta temporada. Lo hizo después de regresar el pasado martes de sus vacaciones interminables. Con su pelo rubio y el número 11 a la espalda saltó al terreno de juego dispuesto a intentar demostrar que esos días de más de los que ha dispuesto, pese a la oposición de Luis Enrique, han valido la pena.
Sin Messi ni Suárez en el equipo titular, el brasileño estaba llamado a liderar el ataque del Barça. Pero no apareció hasta casi el minuto 40, tras el gol de Deyverson. Incomprensiblemente falló un cabezazo a placer en el área pequeña que hubiera supuesto el empate. Hasta entonces estuvo muy intermetente. Se dedicó a hacer sus filigranas y regates típicos, intentando acercarse a la meta rival sin éxito alguno.
Poco antes del tanto del ex levantinista, Neymar intentó sorprender con un lanzamiento de falta que se marchó directamente fuera. No era el día del crack azulgrana. En la primera parte estuvo bastante ausente, como si todavía estuviese de vacaciones en las playas de Copacabana celebrando el oro olímpico. Y sin él, la llama goleadora del Barça estaba apagada. No era capaz de dirigir el ataque.
En la reanudación despertó y nada más comenzar el segundo tiempo asistió a Mathieu en el 1-1, tras botar el saque de esquina. A partir de ahí el brasileño empezó a manifestarse sobre el terreno de juego. La charla de Luis Enrique parecía haber surtido efecto sobre el delantero azulgrana. Pero tan sólo fue un espejismo. Minutos después, volvió a las andadas y el técnico asturiano tuvo que sacar a la artillería pesada para dar algo de vida al ataque, con Messi y Suárez.
Hace tan sólo tres días que Neymar se incorporó a los entrenamientos después de las vacaciones. El pasado miércoles comenzó su particular pretemporada. Y nada más aterrizar el brasileño ya fardaba de que jugaría el sábado. Finalmente fue así. El preparador azulgrana decidió dar descanso a sus dos mejores jugadores para darle galones a un futbolista que no había disputado más que un par de choques con su selección.
Demostró que todavía le queda mucho para estar a la altura de sus compañeros, sobre todo físicamente. Quedó claro que el brasileño todavía está a años luz de su mejor nivel. Dejó algunos destellos de su calidad, como es habitual en él pero en ningún momento llevó peligro de cara a la portería defendida por Pacheco.