Mundial 2018: Neymar llega lanzado a Rusia con otro golazo

La selección brasileña avisa a sus rivales: van en serio a por el Mundial. Brasil vence con solvencia a Austria en su último partido previo a Rusia 2018. Los hombres de Tite afrontaban un encuentro más peligroso de lo que parecía, sin embargo lograron una soberbia goleada, por 3-0, sacando a relucir su poderío ofensivo sin desplegar un gran juego. Los goles de Gabriel Jesús, Neymar y Coutinho confirmaron sus buenas sensaciones de cara a lo que se viene por delante durante el próximo mes.

A la pentacampeona le costó tomar el dominio del juego ante una atrevida selección austriaca. Se notaba que los brasileños no querían asumir riesgos innecesarios, todo lo contrario que los centroeuropeos, que no estarán en Rusia. Pero pasada la media hora, empezó el recital con los Coutinho, Neymar y compañía.

Tras un córner llegó el primero. La segunda jugada del balón botado por Willian llegaba a Marcelo, que se encontraba en medio del campo y no se lo pensó en pegarla directa a puerta. La pelota rebotó en un jugador austriaco y le cayó a Gabriel Jesús, que estaba solísimo y no dudo ni un segundo. No se puso nervioso a la hora de definir y mandó el balón al fondo de la red.

Pero sería en la segunda mitad cuando llegaría la verdadera fiesta. El partido se abroncó debido a la excesiva agresividad del combinado austriaco. Pasado el cuarto de hora del segundo acto, apareció Neymar. La estrella del PSG recibió solo un pase de Willian, esperó a que llegase Dragovic, al que bailó literalmente para rematar por debajo de las piernas a Lindner. El 10 brasileño no había tenido un papel hasta el momento muy relevante, pero no quiso faltar a su cita con el gol y dejar su sello en el choque. Golazo.

Por último, Coutinho, unos minutos después, puso el tercero y cerró la goleada. La selección brasileña deja claro que es una firme candidata a alzar la Copa del Mundo. Lo tiene todo. Cuentan con la calidad y experiencia necesaria para ello, además de una voracidad apoyada en la necesidad por olvidar la etapa negra que arrastra la canarinha desde 2002, año en el que vencieron por última vez en un Mundial.