Muere Hein Verbruggen, el hombre que permitió que Armstrong engañase a todos

ARMSTRONG
Lance Armstrong habla con Hein Verbruggen durante el Tour de 2002. (AFP)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El ciclismo no habría evolucionado hasta sus cotas actuales sin Hein Verbruggen. Este holandés, que dirigió la UCI desde 1991 a 2005, falleció este miércoles a la edad de 75 años por una leucemia. Apenas ha recibido homenajes alguien que casi destruyó por completo el deporte de la bicicleta. Bajo su mandato ocurrieron los mayores escándalos de dopaje empezando por el falso Tour de Bjarne Riss, siguiendo por los casos Festina y Pantani y terminando con los siete Tours que ganó fraudulentamente Lance Armstrong y que a día de hoy están desiertos.  

Verbruggen propició una caída de credibilidad de la que a día de hoy aún intenta recuperarse el ciclismo. Nunca se pudo demostrar que el ex mandatario cobrase de Armstrong –como testificó el ex ciclista Floyd Landis– por tapar dos positivos del norteamericano. Lo que sí quedó demostrado es que el mayor tramposo de la historia del ciclismo pagó a la UCI de Verbruggen por mejorar la tecnología para los controles antidoping, algo que nunca afectó a Lance cuando estuvo en activo.

Con Verbruggen al frente se permitió que Bjarne Riis ganase dopado –lo confesó años después con el delito prescrito– el Tour de Francia de 1996, aquel en el que Miguel Indurain aspiraba a su sexto entorchado. También dejó a Michelle Ferrari o Eufemiano Fuentes campar a sus anchas en un pelotón en el que sus servicios fueron vendidos al mejor postor y donde la omerta –ley del silencio– entre los ciclistas se implantó como método de actuación.

Al ciclismo no le ha quedado más remedio que intentar recuperar audiencia y sponsors fomentando organizaciones como el Movimiento por un Ciclismo Creíble (MPCC). Sin embargo, aún quedan vestigios de la era Verbruggen como el informe del Senado francés en el que se desveló que más de 30 ciclistas, en controles con efecto retroactivo, hubiesen dado positivo en el Tour de 1998 por consumo de EPO.

Después de abandonar la UCI, Verbruggen se dedicó a estar en el Comité Organizador de los Juegos de Pekín y a crear un movimiento llamado los Juegos no Olímpicos con deportes minoritarios. El ciclismo nunca quiso saber nada más del dirigente que se puede colgar como gran logro el hecho de hacer de este deporte una disciplina olímpica a partir de Atlanta 96.

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