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La montaña rusa de Xavi

Xavi Hernández sigue sin lograr su ansiada regularidad con el Barça: incapaz de enlazar tres triunfos consecutivos desde que llegó

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Xavi Hernández vive instalado en una montaña rusa, repleta de subidas y bajadas, momentos de calma y otros de máxima tensión ante la amplia caída que se vislumbraba frente a él. Así está siendo su travesía en el Barcelona desde que tomó el control del banquillo culé. Tras el empate ante el Espanyol, el egarense disputó su 16º partido en los que ha sumado siete victorias, cinco empates y cuatro derrotas. Negado de regularidad, hasta el momento su Barça ha sido incapaz de enlazar tres victorias consecutivas.

Ya lo decía Xavi antes del derbi catalán, tras la buena imagen mostrada ante el Atlético de Madrid, refrendada por el resultado. «Tenemos que consolidar las cosas buenas que vimos el día del Atlético de Madrid. Consolidarlas. Necesitamos otros resultados positivos seguidos. Es otro partido importante para consolidar y que el resultado sea positivo también. Las sensaciones son buenas pero dependerá del resultado. Estamos por el buen camino», decía durante su comparecencia, en la que recalcó en varias ocasiones la necesidad de consolidar lo que venían haciendo. Y eso está siendo imposible.

La montaña rusa de Xavi es la del Barça. Esta temporada, ya sea con Ronald Koeman, Sergi Barjuán o el actual técnico, los culés no han podido enlazar más de dos triunfos consecutivos entre todas las competiciones, algo primordial para cualquier conjunto que aspira a todo. La regularidad, en una competición como LaLiga, es la única que concede opciones al título y en el caso del Barça más que opciones, necesita deseos.

El Barça está privado de continuidad hasta el momento, algo que Xavi ha sido incapaz de implementar entre sus jugadores. Ante el Atlético de Madrid es cierto que derribó un muro importante, la de ganar a un equipo grande y hacerlo además con superioridad. Parecía que se espantaban algunos fantasmas pero tras cruzar la siguiente esquina todo sigue igual.

Ante el Espanyol, más de lo mismo. El Barça comenzó ganando pero fueron sus propios errores y temores los que llevaron a los pericos a dar la vuelta al marcador y lograr la remontada. Al rescate estuvo precisamente un jugador que parecía descartado pero que está resultando ser el mejor de los fichajes para Xavi, al menos en cuanto a estadísticas. Cuatro goles en lo que va de año le avalan.

Pero esto no es nuevo y no es únicamente cosa de Xavi. El Barça no logra enlazar tres victorias consecutivas desde hace 10 meses, precisamente desde finales de abril, cuando vencieron por 1-2 en el Estadio de la Cerámica al Villarreal. Antes, ganaron la Copa del Rey al Athletic de Bilbao por 0-4 y vencieron por un claro 5-2 al Getafe. Con Koeman (y Leo Messi) se lograron varias rachas de resultados positivos el curso pasado: hasta en cuatro ocasiones se enlazaron tres o más triunfos consecutivos (hasta seis).

Sólo en tres ocasiones esta temporada se han enlazado dos triunfos seguidos. La primera aún con Koeman en el banquillo, tras el 3-1 al Valencia y el 1-0 al Dinamo de Kiev pocos días después. Pero el tercero fue el Clásico, donde el Barça cayó 1-2. Ya con Xavi se logró ganar a Mallorca y Linares Deportivo de manera consecutiva pero el Granada puso el frenó y rascó un empate. Esta última oportunidad llegó tras las victorias a Alavés y Atlético, pero el Espanyol también supo frenarles.

Pero la historia de este Barça comienza a ser repetitiva, su particular día de la marmota, donde se repiten una y otra vez los mismos patrones en la Era Xavi. Se logra un buen resultado, un buen partido, se dan varios pasos adelante… pero poco después se vuelven a topar con otro mal partido o tropezón. «Era un partido para ganar», decía el entrenador culé tras el partido, que veía factible aún aspirar a LaLiga pero que sigue sin aprovechar las oportunidades que conceden los equipos a su alrededor. Y cada fin de semana quedan menos puntos en juego.