«Miro la puerta todos los días esperando que Michael Schumacher entre»
Habla Rossella Giannini, la 'madre' italiana de Schumacher
Explica la relación tan especial que tenía con el piloto alemán
La chef se emociona mucho y no puede contener las lágrimas
El impactante testimonio de Ralf Schumacher
El viernes 29 de diciembre se cumplen diez años del fatídico accidente de esquí sufrido por Michael Schumacher en los Alpes franceses. Desde entonces, su estado de salud es una incógnita porque la propia familia ha blindado cualquier tipo de información al respecto. Se limitan a cuidar lo mejor que pueden a un Michael Schumacher «diferente» al que todos recuerdan una década de la trágica caída esquiando. Una de las que ha hablado sobre él es Rosella Giannini, conocida como la madre italiana del piloto alemán.
La cocinera explica cómo era su relación con la estrella de Ferrari. «Para mi madre Rossella. Gracias – Michael», se lee en una foto que tiene en su local firmada por Schumacher. El alemán escribió la dedicatoria el 1 de noviembre de 2003, y la chef no puede contener las lágrimas al recordar al siete veces campeón del mundo.
Una Rosella Giannini que nunca olvidará la fecha en que se conocieron. «14. Febrero de 1996», dice con una sonrisa la cocinera. Y añade: «Michael estuvo en Maranello para ser presentado como nuevo piloto. El equipo lo llevó a tres restaurantes. También al mío, Montana. Nos llevamos bien de inmediato, así que Michael siguió viniendo».
«Mi mundo se derrumbó»
Fue tal el cariño que Maikel, como ella le llamaba, hablaba de la chef como su madre italiana. Una bonita historia que cambió por completo el 29 de diciembre de 2013, día en el que Schumacher sufrió su grave accidente de esquí. «Yo estaba de vacaciones en ese momento y lo escuché en las noticias. Cuando me di cuenta de lo grave que era, mi mundo se derrumbó», dice Giannini con la voz rota en una entrevista para Sport Bild.
Desde entonces, Rosella piensa todos los días en él: «Lo extraño mucho. Todos los días miro la puerta de entrada y espero que vuelva a pasar y le prepare tagliatelle al ragu», que era el plato favorito de Schumacher en el Ristorante Montana, que está a sólo dos minutos en coche de la fábrica de Ferrari. «En casos excepcionales pedía spaghetti aglio e olio (con ajo y aceite)», cuenta.
«Me cuesta creer que el accidente haya ocurrido hace diez años. Mientras tanto, pude hacer las paces con la situación. Ya no sufro, pero recuerdo los momentos hermosos», añade la cocinera, que no tiene contacto con la familia del piloto: «No quiero ser una molestia. La situación ya es bastante difícil para los familiares. De vez en cuando hablo con gente de Ferrari y les pregunto, pero no quiero imponerme».
Las palabras de su hermano Ralf
Ralf Schumacher también sigue lamentando el accidente de esquí que sufrió su hermano Michael, siete veces campeón del mundo de la Fórmula 1, y del que se van a cumplir próximamente diez años. El que también fuera piloto de automovilismo confiesa que fue «una muy mala y drástica experiencia» a nivel personal.
«Echo de menos a mi Michael de entonces. La vida es a veces injusta. Michael había tenido suerte a menudo en su vida, pero entonces llegó este trágico accidente. Gracias a Dios hemos podido hacer algo gracias a las posibilidades de la medicina moderna, pero aún así nada es como antes. Puedo decir que su accidente fue una experiencia dolorosa y penosa también para mí», explicó Ralf Schumacher, de 48 años, en declaraciones publicadas por el mismo medio.
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