CHAMPIONS / JORNADA 1

Lo que le pasa al Atlético no le pasa a nadie

La Lazio le empata en el minuto 94 con un gol...de su portero Provedel

El córner final nunca tuvo que haber llegado si el árbitro pita una falta clarísima a Correa

Para no perder la costumbre, más lesiones: Ni Barrios ni Witsel acabaron el partido

Atlético de Madrid Lazio
Tomeu Maura

Lo que le pasa al Atlético no le pasa a nadie. Su última desgracia ha sido dejar escapar una victoria que tenía en la mano en Roma porque la Lazio le ha empatado en el minuto 94 con un gol…de su portero Provedel, que ha rematado de cabeza a bocajarro en el área pequeña tras un córner que nunca debería haberse producido si el árbitro hubiera señalado en la jugada previa una falta clarísima de Correa, al que agarraron de la camiseta cuando iniciaba un contragolpe. La primera noche de Champions, que pintaba bien, ha acabado en drama porque, además del resultado, el equipo ha perdido por lesión a dos nuevos jugadores, el canterano Pablo Barrios, autor del 0-1, y el belga Witsel. Todo eso, a cinco días del derbi ante el Real Madrid.

El arranque inicial fue esperanzador, pero resultó ser un espejismo. Diez minutos le duró a la Lazio la intimidación ante el Atlético. No tardó en darse cuenta de que podía sacar petróleo si empujaba arriba y se fue directo a por el partido. Inmobile estuvo a punto de aprovechar una indecisión de Witsel y poco después Kamada lo probó de lejos. Simeone en el banquillo empezó a advertir síntomas de debilidad y pidió a sus jugadores que sacaran las garras, pero lo único que consiguió es que el equipo se fuera todavía más atrás. El estadio olfateó la sangre y elevó los decibelios. A los 17 minutos Romagnoli cabeceó fuera un saque de esquina. La cosa pintaba mal.

Griezmann interrumpió el monólogo con una arrancada que acabó con un inoportuno resbalón en el área cuando tenía a Lino en el segundo palo con buena opción de pase. La jugada acabó sin consecuencias, pero por lo menos consiguió acabar con una tendencia de dominio doméstico que empezaba a ser peligrosa para un Atlético atemorizado que se estaba comportando con un equipo pequeño.

Fue entonces, en el peor momento, justo en la frontera de la primera media hora, cuando llegó un golpe de fortuna inesperado. Nahuel tomó un balón en la derecha decidido a viajar hacia el interior del área, pero la presencia de dos defensores italianos le obligó a recular y a retrasar a Pablo Barrios, que se atrevió a disparar desde muy lejos. El remate no parecía revestir peligro, pero en su trayectoria surgió la pierna del japonés Kamada, que desvió lo suficiente como para dejar sin opción a Provedel, que se quedó tendido en el suelo y resignado al 0-1.

Casi dos años después, desde que lo consiguió en Oporto el 7 de diciembre de 2021, el Atlético se adelantó fuera de casa en un partido de Champions de la fase de grupos. Un chute de oxígeno para un equipo en respiración asistida que pedía a gritos una buena noticia para recomponerse y reponer su nivel de autoestima, y que supo aprovechar el rebufo del resultado para mantenerse a salvo en lo que quedaba de primera parte y llegar a los vestuarios con un botín que ni el más optimista de sus aficionados podía imaginar a la vista de cómo había empezado el partido.

El paso por el descanso le dejó al Atlético una noticia descorazonadora: Pablo Barrios no pudo seguir por problemas musculares y Giménez se incorporó al partido. Ni un solo día sin lesión, éste es el lema de un equipo que suma ya diez bajas en un mes de competición. En el mundo de los récords es posible que éste sea ya imbatible.

Por fortuna para Simeone la Lazio había quedado tan tocada con el gol que regresó al segundo tiempo noqueada y sin nada que ver con su dominio del primer acto. El Atlético frecuentó el área italiana con insistencia, pero sin demasiado peligro, mientras que en la otra parte del campo el partido lo complicó de manera inesperada Oblak con un pase horrible que proporcionó a Inmobile una ocasión inmejorable, pero por suerte el portero esloveno corrigió su propio error. En la jugada inmediata Griezmann tuvo el 0-2, pero su remate en el área se marchó a las nubes.

Cada vez mejor plantado en el campo, el Atlético se acercó ahora sí al 0-2 con insistencia porque Griezmann se cosió los galones y tomó el mando del partido. Morata estuvo a punto tras un disparo que golpeó en el poste después de un rebote y Provedel le hizo a Lino un paradón descomunal. A Simeone aquello no le hacía gracia y el tiempo le dio la razón. A los 74 minutos Witsel se echó la mano a la rodilla y miró al banquillo. La segunda lesión de la noche obligó al entrenador a tirar de imaginación. Correa se incorporó al partido y Saúl pasó al medio centro mientras Sarri, astuto, metió la pólvora que le quedaba para aprovechar los problemas físicos de su adversario.

El partido se fue al final sin que pareciera haber más novedades que los buenos minutos que dejó Riquelme, sustituto de un Lino que tampoco lo hizo mal en su debut en Champions, y un paradón de Oblak ante Cataldi en el descuento, pero lo peor estaba por llegar. A los 93 minutos a Correa le agarraron de la camiseta de manera descarada sin que el árbitro pitara nada, la jugada siguió y el balón acabó en un córner que se ejecutó en corto y que acabó en un centro al área donde el portero Provedel se impuso a todos los centrales para cabecear a bocajarro. Lo peor que le podía pasar al Atlético tras su fiasco en Valencia. Dos puntos que se esfuman de la manera más cruel posible, pero que ya no volverán. Ahora toca empezar a preparar el derbi del próximo domingo ante el Real Madrid con el objetivo de no quedar desconectados de la Liga a las primeras de cambio.

 

 

 

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