Lewandowski evita el desastre del Barcelona

Robert Lewandowski salvó al Barcelona del desastre. El conjunto azulgrana, que venía de perder en Champions ante el Shakhtar debía reaccionar ante el Alavés, pero empeoró su actuación en Europa. Por segunda vez en la temporada recibió el gol más tempranero de la Liga a los 18 segundos. Los de Xavi Hernández realizaron una de las peores primeras partes del año, pero el delantero polaco evitó un nuevo ridículo antes del parón de selecciones con dos goles en la segunda mitad.

Gündogan, según él mismo dijo, no llegó a Barcelona para perder el Clásico, pero a los cinco segundos de partido tuvo un error flagrante, de juvenil, en el centro del campo, en salida de balón que acabaría saliéndole muy caro a su equipo. El Alavés salió a la contra y sólo necesitó tres toques para presentarse en el área y que Samu Omorodion hiciese el 0-1 en el segundo 18 de partido. Sí, en el segundo 18 el conjunto babazorro ya iba ganando en Montjuic. Xavi no podía ni creérselo.

Y es que el Barcelona había sacado en largo y sus dos laterales (Cancelo por la izquierda y Araujo por la derecha) se quedaron muy arriba. Ahí fue cuando el Alavés salió a la contra recordando al mejor Real Madrid de Mourinho para saltar todas las alarmas. Los experimentos de Xavi no funcionaban al minuto de encuentro.

Pero el Alavés no iba a conformarse con el gol y buscó el segundo. El mismo protagonista del gol, Samu, envió el balón al fondo de la red de Ter Stegen en el minuto 8 tras una gran jugada del equipo y comenzaban a escucharse los primeros pitos en Montjuic. La paciencia del aficionado culé estaba teniendo un límite.

El Alavés no había llegado a Barcelona de vacaciones ni mucho menos. Fue en el minuto 13 cuando Samu volvió a arrancar las pegatinas a Cancelo y se presentó solo ante Ter Stegen. Mano a mano. Uno contra uno. Delantero contra portero, pero el español envió el balón fuera. Podría haber sido el 0-2 que sonrojara y mucho al Barcelona, pero se salvó por segunda vez en menos de cinco minutos.

Exhibición de Samu

Estaba siendo una auténtica exhibición física de Samu Omorodion en ataque. Él solito se estaba merendando a la defensa del Barcelona. En el minuto 30, el delantero español se retó en velocidad con Koundé, que le ganó lógicamente por su exuberancia física, y envió el balón al travesaño. Era la cuarta ocasión clara de él y del Alavés, pero el conjunto azulgrana volvía a salvarse.

Inmediatamente, Xavi tomaba una drástica decisión. Koundé se iba al lateral y Araujo de central para tratar de frenar las embestidas de Samu. Pero la realidad que, lejos de echarse atrás el Alavés, los de Luis García Plaza siguieron llevando a cabo un juego muy valiente, sin rifar el balón y saliendo muy bien a la contra. No hubo más ocasiones claras en la primera mitad para los visitantes, mientras que el Barça no conseguía conectar con Lewandowski para intentar hacer el gol de la igualada. Primera parte muy mala, malísima de los de Xavi Hernández. 

Lewandowski al rescate

El inicio de la segunda mitad fue diferente a la primera mitad. El Barcelona se echó hacia adelante y el Alavés atrás. Se apreció un cambio de actitud y el Barcelona apretó desde el segundo uno de los segundos 45 minutos. Tras varios acercamientos por las bandas, llegó Lewandowski al rescate del equipo para hacer el 1-1 de cabeza. El polaco rompía su sequía de seis partidos sin anotar con un gran golazo tras un buen centro de Koundé. Xavi respiraba y lo celebra como si el gol hubiera sido suyo.

Después, a falta de media hora, Xavi metió más madera sacando del campo a Fermín e introduciendo a Raphinha. Pero lo hacía por dentro y no por la banda. Un nuevo experimento del técnico español cuando él mismo dijo en rueda de prensa que no era momento de hacer probaturas.

Asedio final

El Barcelona asedió en los últimos minutos del partido al Alavés. Por motivos lógicos, el conjunto azulgrana comenzó a someter a su rival, que se ceñía a achicar balones y despejar todo lo que le venía a su área. Pero como dice el refrán: «tanto va el cántaro a la fuente…». Y al final tuvo sus frutos, Ferran forzó un penalti tonto y claro y Lewandowski se encargó de evitar el desastre. El polaco, desde los once metros, hizo el gol de la remontada y su segundo gol de la tarde para evitar la crisis deportiva en ‘can Barça’.

El Alavés tuvo algún acercamiento más tras el segundo gol de Lewandowski, pero sin éxito. El Barcelona supo manejar los tiempos del partido para sumar tres puntos más y seguir a la estela del Real Madrid y el Girona.