Mundial 2018 Rusia

Kroos resucita a Alemania (2-1)

Un gol del jugador del Real Madrid en el último minuto salva a Alemania cuando estaba contra las cuerdas

Alemania remontó un 0-1 adverso de forma épica en sólo 45 minutos

Kroos resucita a Alemania (2-1)
Kroos salvó a Alemania en el último minuto.
Pedro Antolinos

Sólo el fútbol puede producir estos cantos a la épica. Cuando Alemania estaba contra las cuerdas y con un pie fuera del Mundial de Rusia, Toni Kroos apareció para anotar un gol de bandera en el último minuto para acercar a la actual campeona a los octavos de final. Todo hacía indicar que los germanos harían las maletas más pronto que tarde pero ahí apareció el jugador del Madrid para cambiar las leyes de la lógica y dar la victoria a Alemania en el último minuto ante una Suecia (2-1) que ya se veía en la siguiente ronda.

Porque la derrota de Alemania ante México nos evocó al pasado. Pronto, se acudió a los libros de historia para ver la caída de la Francia de Zidane en Japón, tras haber sido profeta en su tierra, el fracaso de Brasil  e Italia tras haber levantado el trofeo más preciado o el fin de ciclo de España en Maracaná tras haber hecho historia en Sudáfrica. Así que antes de que rodara el balón en el Alemania-Suecia, se hacía presagiar una debacle predecible por lo visto en los últimos tiempos. El destino parecía escrito. Pero Kroos acabó con todas las presuntas maldiciones.

Así que, sabiendo que una derrota le haría ser recordada con menos entusiasmo, Alemania piso el césped con el clásico sudor frío y con la mirada gacha ante el temor de que había mucho que perder y poco que ganar y que en esta vida se hacen mejores historia de una caída que de un triunfo. Pero este temor intrínseco no se reflejó en los primeros minutos que fueron de claro dominio del equipo germano que pudo adelantarse a los dos minutos pero un defensor sueco salvó bajo los palos un disparo de Draxler que se iba a la red.

Porque, como se ha visto en muchos partidos de este Mundial, Suecia optó por la táctica de acumulación defensiva que en algunas ocasiones de traduce en éxito. La táctica sueca era clara: muchos hombres cerca del área y encomendarse a una contra o balón parrado; la de Alemania también, amansar la bola alrededor de la portería rival hasta asaltar la banca. El partido era de quilates y además tenía el morbo especial de ver caer a un grande, que eso siempre pone.

Pero Alemania estaba dispuesta a acabar con toda situación morbosa y eso se veía sobre la hierba. Y es que no habían pasado diez minutos y había generado hasta tres ocasiones considerables gracias a Draxler y Reus, novedad en el once en detrimento de un Özil que fue uno de los señalados de la derrota ante México. Pero cuando mejor estaba Alemania llegó el susto de Suecia, después de que Berg se plantara solo ante Neuer. La esperanza de la afición alemana mientras el sueco encaraba portería pero ahí apareció el capitán para toparse con el balón. El ariete pidió el VAR por un posible penalti de Boateng pero la tecnología consideró que ahí no había nada. Había partido y existía la sensación de que Suecia podía hacer daño.

Y vaya si existía. Porque la media hora llegó el drama para Alemania cuando a Toivonen le cayó un balón dentro del área y lo tiró por encima de Neuer con una calidad excelsa. Eran las 20.32 de la tarde y la actual campeona estaba contra las cuerdas. Necesitaba dos goles para obrar el milagro. Una ardua afrenta visto lo visto. Ante esta situación, y con nada que perder, Alemania fue directo al área rival y Olsen tuvo que sacar una mano milagrosa tras un disparo de Gündogan. Y justo lo mismo hizo Neuer tras un remate de Berg antes de que se pitara el descanso. Alemania tenía 45 minutos para cambiar el signo de su historia.

Gol y asedio con recompensa

A la búsqueda de la remontada, Reus comenzó a escribir el guion del milagro con un gol de rodilla a la vuelta del descanso. El mediapunta metió su maltrecha pierna dentro del área e hizo soñar a la campeona con los octavos. Pero a Alemania tampoco le valía el empate, así que tocaba seguir remando. Así que tras el tanto el partido se convirtió en un asedio alemán. Müller tuvo el segundo tanto al igual que un Reus que estuvo a punto de coronarse con un gol de tacón. Restaba media hora y todo pintaba a gol y salvación germana. Pero aquí podía pasar cualquier cosa.

El milagro lo tuvo en sus botas Mario Gómez pero el delantero mandó el balón a las nubes cuando lo tenía todo a favor. La pregunta era si Suecia podría aguantar un asedio de tales condiciones. Parecía que no, pero era de esperar el sí. Y más después de la expulsión de Boateng gracias al VAR. Restaban diez minutos y Alemania tenía que hacer el segundo con un jugador menos. Mario Gómez la tuvo pero Olsen volvió a ser héroe en los instantes finales y un buen disparo de Brandt se estrelló en la madera.

Ya sólo quedaba el milagro en el descuento y éste llegó. En el último segundo, Kroos botó una falta como sólo el sabe y clavó el balón en la escuadra. Y de ahí al delirio. En sólo un segundo, Alemania pasó de estar contra las cuerdas a mirar a los octavos de final. El fútbol, como la vida, puede ser maravilloso.

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