Kittel logra su tercer triunfo en el Tour por seis milímetros

KITTEL
Marcel Kittel logró una de las victorias más ajustadas de la historia. (AFP)

El ciclista alemán Marcel Kittel (Quick-Step Floors) se impuso en la séptima etapa del Tour de Francia, disputada entre Troyes y Nuits-Saint-Georges sobre 213,5 kilómetros, en un ajustadísimo final en el que ni la ‘foto finish’ pareció dejar clara su victoria sobre Edvald Boasson Hagen (Dimension Data), aunque la organización se encargó de explicar posteriormente en un comunicado que el corredor alemán ganó por seis milímetros de ventaja.

Hacía tiempo que no se veía en el Tour de Francia un final tan apretado en el que ni la precisa ‘foto finish’ disipara las dudas de forma inapelable. Y es que Kittel sólo pudo celebrar su tercer triunfo parcial en esta ronda gala tras esperar al primer veredicto, pues en directo entró a la par del noruego, que se había ganado el mejor puesto en la aproximación.

Finalmente, el alemán vio confirmado su triunfo y, felicitado por sus compañeros, se confirma como el hombre a batir en los sprints en este Tour de Francia, y ya viste el maillot verde de la regularidad, después de demostrar este viernes que puede ganar incluso sin tener la línea buena de llegada y pese al gran trabajo de otros equipos para intentar situar a sus líderes en el podio.

En esta ocasión, en un final de etapa recto o sin demasiado curveo, el Dimension Data realizó un gran trabajo para Boasson Hagen, un sprinter que a sus 30 años ha perdido cierta explosividad en llegadas tendidas pero que, sin su jefe de filas Mark Cavendish –abandonó por lesión fruto de la caída provocada por Peter Sagan–, intenta dar una alegría a su equipo.

Más allá del reñido pulso entre Kittel y Boasson Hagen, por detrás de ambos entraron Michael Matthews (Sunweb), Alexander Kristoff (Katusha) y John Degenkolb (Trek-Segafredo), este más cerca que nunca en lo que va de Tour del triunfo de etapa. Esta vez Nacer Bouhanni (Cofidis) y André Greipel (Lotto Soudal), octavo y noveno respectivamente, estuvieron lejos.

En esta jornada, en la que sopló el viento con fuerza pero sin causar abanicos, la fuga formada al inicio de la etapa e integrada por Manuele Mori (UAE Team Emirates), Yohann Gène (Direct Energie), Dylan van Baarle (Cannondale-Drapac) y Maxime Bouet (Fortuneo-Oscaro) fue cazada a 6 kilómetros de la meta.

Los ‘aventureros’ se negaron a aceptar la evidencia de que iban a ser engullidos por el gran grupo pese a que falta de 27 kilómetros tenían 36 segundos de margen. Muy poca diferencia que, ante la puntual y efímera relajación del pelotón, volvió a llegar a rozar el minuto a falta de 13 kilómetros. Un espejismo y, pese al intento final de Bouet o Van Baarle, se tuvieron que dar la mano y relajarse al ser sobrepasados a esos 6 escasos kilómetros de la meta.

Este sábado la octava etapa partirá de Dole y llegará a la Station des Rousses tras 187,5 kilómetros de exigencia. Regresa la montaña y con ella una opción para una fuga y para que los ‘gallos’ de la general se pongan a prueba, sobre todo en la cima Montée de la Combe de Laisia Les Molunes, un largo puerto –casi como su nombre– de 1ª categoría y que dejará a los ciclistas a 10 kilómetros de la meta en un ligero descenso con altibajos. Muchos (Froome, Porte, Aru o Contador) ya lo conocen por el último Dauphiné.

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