Indignación en el club franjirrojo

El CSD maniata al Rayo: paraliza el recurso del descenso del femenino para agilizar el caso Rubiales

Rayo femenino
Las jugadoras del Rayo Vallecano, en un partido. (Rayo)
Hugo Carrasco

El Rayo Vallecano está indignado con el Consejo Superior de Deportes. El conjunto franjirrojo siente que el órgano dependiente del Gobierno ha dado la espalda a su equipo femenino. El club presentó un recurso dirigido directamente al presidente Víctor Francos el pasado 10 de julio, solicitando la impugnación de su descenso a Segunda Federación –tercera categoría– al considerar que la RFEF vulneró el reglamento al cambiar el número de descensos de categoría, antes de que comenzara la pasada temporada. Casi dos meses después, y a falta de dos días para que comience la competición, no han obtenido respuesta, lo que les impide también recurrir a la vía judicial para defender sus derechos.

La pasada temporada, la Primera Federación constaba de 16 equipos y, aunque en un primer momento estaba estipulado que descendieran tres, el número de descensos se amplió a cinco a pocos días de que comenzara el campeonato. El equipo madrileño acabó ocupando la quinta posición por la cola, lo que les hacía perder la categoría, pero recurrieron su descenso, puesto que esa nueva normativa no fue aprobada por la Comisión Delegada de la Asamblea General de la RFEF, único organismo con facultad para aprobar los cambios de reglamento en las competiciones.

Pusieron una reclamación al CSD para que adoptara medidas cautelarísimas hasta la resolución del recurso que suspendiera su descenso y el del Granadilla Tenerife B, que terminó justo por detrás, para que así se respetara lo único aprobado por la Comisión Delegada de la Asamblea General de la RFEF: que descendiesen los tres últimos y no cinco equipos. Sin embargo, casi dos meses después, ese recurso aún no ha obtenido respuesta.

La indignación en el club crece al ver lo sucedido con el caso Rubiales. Desde Vallecas muestran su sorpresa con la celeridad con la que el CSD ha trabajado para, primero, tratar de inhabilitar a Rubiales y, después, buscar su suspensión, mientras que otros asuntos que debían haberse tramitado primero, como el suyo, aún están en espera. Ese desacuerdo lo han mostrado en un comunicado emitido conjuntamente con el conjunto canario, el otro afectado de este caso.

«Rayo Vallecano y UDG Tenerife observan con preocupación que toda la atención del CSD está centrada en la resolución de otro caso con mayor proyección mediática. Pero ello no excusa la producción de gravísimos daños y perjuicios a las jugadoras de fútbol femenino de los dos equipos perjudicados, tan respetables como todas, por esa inaceptable demora en la resolución del recurso», señalan en el comunicado.

Sin salida

La tardanza del Consejo Superior de Deportes para pronunciarse sobre el recurso presentado el 10 de julio por el Rayo Vallecano, tiene maniatado al club, que no puede dirigirse a otras instancias para resolver el futuro más inmediato de su equipo femenino. A dos días de que comience la competición, desde el club son conscientes de que les tocará jugar en esta 2023-24 en Segunda Federación, prácticamente con total seguridad. Algo que consideran como un agravio y una injusticia para la institución franjirroja, sus jugadoras y resto de trabajadores.

En Vallecas se sienten «indefensos» y apuntan que el CSD está «vulnerando un derecho constitucional» con ellos, puesto que el artículo 24 de la Constitución recoge el «derecho a la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos» y a que «no se produzca indefensión», algo que mientras que el CSD no se pronuncie al respecto, estaría sucediendo.

El recurso ante el CSD es la última vía administrativa que le queda al club para que se revoque su descenso a Segunda Federación, puesto que así lo marca el Real Decreto 1835/1991, de 20 de diciembre, que en su artículo 3.3 recoge que «los actos realizados por las Federaciones deportivas españolas en el ejercicio de las funciones públicas de carácter administrativo, son susceptibles de recurso ante el Consejo Superior de Deportes, cuyas resoluciones agotan la vía administrativa». Sin embargo, ante la falta de una respuesta por parte del órgano que dirige Víctor Francos, el Rayo no puede iniciar el procedimiento judicial, lo que condena a la sección femenina a jugar en la tercera categoría del fútbol nacional.

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