La cruda realidad de Xavi: cuatro eliminaciones en apenas 127 días

Xavi Hernández suma su cuarta eliminación en apenas cuatro meses. El técnico del FC Barcelona ha pasado de la euforia desatada en el Camp Nou el día de su presentación, el 8 de noviembre, en lo que era el regreso del hijo pródigo al club, para darle la vuelta a la complicada situación deportiva por la que atravesaban los culés, a tocar fondo. Justo un mes después de su llegada, se consumó la eliminación en la Champions League y, en los 127 días que han pasado desde entonces, han caído en el resto de competiciones en las que tenían opciones: Supercopa, Copa del Rey y Europa League.

El técnico llegó en una situación delicada de por sí, con el equipo en séptima posición en Liga, pero con dos finales por jugar en Champions que les habrían permitido al equipo alcanzar los octavos de final de la máxima competición. No pudo pasar del empate en el Camp Nou ante el Benfica, cayendo luego en Múnich ante el Bayern y quedando relegado a la Europa League. Era la primera vez en 20 años que los blaugranas se quedaban fuera en la fase de grupos de la Liga de Campeones.

Antes de comenzar su andadura en la segunda competición europea, llegó la Supercopa de España. Enfrente, un Real Madrid que no llegaba en el mejor momento, pero que superó a los culés en un partido no excesivamente bueno de los de Ancelotti por 3-2 en la prórroga. Nuevo título en juego y nuevo fracaso de los barcelonistas, que para paliarlo montaron un falso relato alegando una supuesta superioridad a su eterno rival.

Quedaba la Copa del Rey, que salvó la pasada temporada al Barça. En su momento, Koeman afirmó que era la vía más sencilla para hacerse con un título y así hicieron. Sin embargo, bajo el mando del de Tarrasa no jugaron nada más que dos partidos. Estuvieron a punto de caer ante el Linares de Primera RFEF en dieciseisavos, pero acabaron remontando in extremis, antes de viajar a San Mamés, donde se consumó la tercera eliminación de Xavi ante el Athletic.

La única baza que les quedaba para proclamarse campeones de algo esta temporada era la Europa League. El conjunto culé era el absoluto favorito en la segunda competición continental, sobre todo después de los refuerzos del último mercado de invierno. Sufrieron contra el Nápoles en el play-off, también ante el Galatasaray en octavos y frente al Eintracht han tocado fondo. Pese a conseguir maquillar el resultado en el descuento, la imagen dada por los azulgranas no estuvo a la altura, siendo eliminados por cuarta vez en cuatro meses.

«No sólo vale con ganar»

Pese a ser el gran favorito para ganar la competición y ser el único título que les quedaba en juego este curso, Xavi ya ha dejado claro que caer de la Europa League no es un fracaso. Unas palabras que contrastan con lo que dijo apenas 24 horas antes del partido frente a los alemanes. El entrenador habló entonces de la excelencia a la que obliga el Barça, al que catalogó como «el club más difícil del mundo».

Para argumentar esa exigencia, el que fuera capitán del conjunto barcelonista llegó a decir que «no vale sólo con ganar, hay que jugar bien». Esa misma línea marcó Joan Laporta cuando regresó a la presidencia, afirmando que «perder tendrá consecuencias».  Sin embargo, esa exigencia, después de consumarse su cuarta eliminación en cuatro meses y casi siempre ante rivales de menor entidad, queda más que en duda.