Cecilia Sopeña, la ciclista convertida en estrella de Onlyfans, da un giro radical en su vida
Cecilia Sopeña, una de las deportistas que decidió en su día abrir una cuenta en Onlyfans
Tuvo un enorme éxico con una decisión que económicamente fue un absoluto acierto
Pero ahora ha decidido dar un giro radical a su vida y deja de crear y publicar contenido

Cecilia Sopeña, una de las deportistas que decidió en su día abrir una cuenta en Onlyfans para vender contenido exclusivo en la famosa plataforma, tuvo un enorme éxico con una decisión que económicamente fue un absoluto acierto, aunque en lo personal no haya sido todo de color de rosa. La de Cartagena reconocía hace unos meses haber ganado un millón de euros en apenas dos años vendiendo contenido para adultos en la plataforma, pero ahora ha decidido dar un giro radical a su vida.
Y es que Cecilia Sopeña está dando mucho que hablar esta semana porque ha decidido abandonar esa faceta de estrella de Onlyfans y de actriz de cine para adultos. La que aficionada al ciclismo ha comunicado su decisión en las redes sociales, pidiendo respeto y amenazando con tomar acciones legales contra los que sigan difundiendo sus vídeos.
«Este mensaje nace desde la verdad de lo que soy hoy. Desde la calma de una mujer que ya no necesita explicar nada, pero ha elegido poner en palabras sus límites. He iniciado una nueva etapa en mi vida: una etapa más consciente, más ordenada, más digna, y profundamente coherente con quien he llegado a ser», comienza diciendo Cecilia Sopeña en una publicación de Instagram.
Cecilia Sopeña: «Tengo derecho a proteger mi imagen»
«Tengo derecho a proteger mi imagen. Tengo derecho al olvido. En virtud del Artículo 17 del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), he activado con mi equipo legal el derecho al olvido: el derecho a eliminar de Internet todo aquello que ya no refleja quién soy ni cómo deseo ser recordada. Cualquier contenido que esté siendo difundido, compartido o almacenado fuera de sus plataformas originales y privadas será motivo de acción legal inmediata. Esto incluye vídeos, imágenes, extractos y enlaces que estén fuera de contexto o filtrados sin consentimiento», añade la ciclista amateur, dejando claro que no va a dejar que nadie siga compartiendo los vídeos que en su momento vendió.
«Ya no es tiempo de tolerar. Estoy en contacto con abogados y expertos en reputación digital. Y a partir de ahora, todo lo que circule fuera de lo autorizado —por mínimo que sea— entrará en un proceso judicial amparado por la ley. No es amenaza. Es orden. Es protección», cuenta Cecilia Sopeña, que por ahora no va a cerrar sus perfiles en redes: No voy a cerrar mis cuentas privadas todavía. Algunas plataformas seguirán abiertas durante un tiempo por motivos de gestión fiscal y compromiso profesional. Pero ya no representan mi identidad pública. Por eso pido respeto. Y especialmente, cuidado con lo que se difunde, se comparte o se nombra. Mi nombre merece ahora silencio, honor y dirección. No necesito ser entendida».
«Quien quiera proyectar sobre mí juicios, etiquetas o desprecio, sólo está revelando lo que lleva dentro. Cada crítica habla más del emisor que del destino. Yo no necesito validación externa. Mi nueva libertad es poder decidir lo que ya no quiero. Y ya no quiero estar expuesta. Ya no quiero ser explicada.
Ya no quiero ser interpretada. Mi historia ha sido intensa, pero mi presente es limpio. Y mi futuro… mío», finaliza.