El Barça sospecha que Luis Enrique se va a tomar un año sabático
En la directiva del Barcelona se extiende como la pólvora la idea de que Luis Enrique no estará al frente del equipo la próxima temporada. El técnico asturiano ha alcanzado un punto de hastiamiento con la prensa, los caprichos de sus estrellas y los intereses de los dirigentes que le hacen plantearse la opción de descansar un año.
Luis Enrique no tratará el tema de su renovación hasta el mes de abril –cuando se vea como puede terminar la temporada–, pero la sensación general es que ni él desea seguir ni el club tiene muchas ganas de acometer su renovación. La relación con los jugadores, pese a no ser mala, nunca ha alcanzado la fluidez deseada por el técnico, mientras que la presión sobre su figura se ha estrechado. La prensa local no tolera muy bien que se niegue a hablar en catalán y él nunca ha tenido una conexión especial con ninguno de los medios de comunicación que cubren al club. Su don de la simpatía tampoco le ha ayudado a ganarse muchos adeptos.
En este escenario, emerge la figura de la controvertida Junta Directiva azulgrana. El presidente no está satisfecho por el escaso uso que ha hecho de los fichajes a lo largo de la temporada con Paco Alcácer y André Gomes como casos más sangrantes. 100 millones de euros sin apenas participación en el equipo.
Sampaoli es el favorito
El Barça sopesa muy seriamente la opción del fichaje del técnico del Sevilla Jorge Sampaoli. Aunque el argentino no sea el favorito del presidente –le gusta más Ernesto Valverde o el perfil de Eusebio Sacristán–, sí que lo es de los jugadores. Messi le quiere y sus compañeros de la MSN le respetan después de haber convertido a Chile en campeona de la Copa América. Ellos saben que ese torneo no se regala.
Luis Enrique es consciente del tonteo que tienen el club y el técnico. De hecho, Eduardo Inda informó de una reunión reciente entre el padre de Neymar y Sampaoli hace escasas fechas. Luis Enrique, que tiene mucho orgullo, vislumbra que su renovación se puede complicar si las cosas siguen igual de torcidas en la Liga y en la Champions su resultado es tan pobre como en la temporada anterior. Es por ello, que el Lucho sopesa tomarse un año sabático antes de dejar su futuro en la manos de una Junta Directiva que no le guarda el máximo aprecio.