Alcaraz doma al viento y supera a Taro Daniel en cuatro sets
Carlos Alcaraz superó al japonés Taro Daniel en cuatro sets (6-1, 3-6, 6-1, 6-2) y ya está en tercera ronda de Roland Garros
Taro Daniel, el rival japonés de Alcaraz que se siente español
Alcaraz debuta en Roland Garros con una victoria de campeón ante Cobolli
Le costó y por el camino se dejó su primer set, pero Carlos Alcaraz logró domar al viento y certificar, aprovechando una de sus rachas, el pase a la tercera ronda de Roland Garros. La meteorología no apareció en forma de lluvia en París, pero sí con un vendaval que marcó la jornada e hizo mella en el encuentro del gran favorito al título, un Alcaraz que encontró en el japonés Taro Daniel a un más que digno rival en un encuentro que servirá al español para mantenerse alerta en todo momento en un torneo en el que cualquier complicación puede ejercer de villana si no tiene puesta toda la carne en el asador.
Alcaraz superó a Daniel en cuatro sets –6-1, 3-6, 6-1, 6-3– en un encuentro que fue tan cambiante como el viento que sobrevoló la pista Philippe Chatrier, que esta vez sí pisó el español tras debutar en la Lenglen, en las dos horas y 40 minutos que duró la contienda. El ranking era desigualado, jugando el uno contra el 112 del ranking, pero la experiencia de Taro y su notable juego en tierra batida le permitió poner en peligro por momentos a Alcaraz y dejar para el recuerdo de la edición un partido con mucho más nivel e igualdad de lo que se podía esperar en un principio.
Daniel se mostró con sus mejores características sobre la pista, pero también con un nivel global eminentemente inferior que el de Alcaraz, quien sin forzar demasiado la máquina encontró las soluciones suficientes para llevarse el partido. El murciano triunfó sin alardes, con demasiados errores no forzados, pero también haciendo gala de una derecha que en estas pistas marca la diferencia al correr todo lo que a las del rival le cuesta tanto. Esa potencia letal de los golpes de Carlitos deberá ser equilibrada en los próximos encuentros, comenzando por el de tercera ronda, donde le espera el talentosérrimo pero irregular Denis Shapovalov.
Alcaraz vuelve a arrasar de inicio
Los comienzos de partido de Carlos Alcaraz en la presente edición de Roland Garros se están desmarcando como inmaculados. Al tenista español no le cuesta entrar en calor en unas pistas en las que en muchas ocasiones vemos sorpresas en una primera manga que, como ante Cobolli, Carlitos volvió a dominar a la perfección. Las fuertes rachas de viento y el estilo de juego de Daniel, un especialista del contraataque y que garantiza volumen, podrían haberle complicado las cosas al de El Palmar, pero el descomunal talento y la potencia de los envíos del número uno del mundo sirvieron para no dejar entrar en juego a su rival en ningún momento del parcial.
No fue el rosco en 24 minutos de la primera ronda, pero en poco más de media hora, Alcaraz endosaba un 6-1 a Daniel en lo que parecía un nuevo día de superioridad manifiesta de Carlitos sobre un rival situado más allá del top-100. La distancia en el ranking se reflejaba en el marcador del primer parcial, pero Taro, ese chico japonés, nacido en Nueva York y que se siente español, estaba a punto de reaccionar dotando de un escenario al partido que, cuanto menos, no era el esperado.
Taro reacciona; Alcaraz sentencia
Daniel subió un punto su agresividad, celebrando en perfecto castellano con el característico «¡vamos!» y pidiendo al público un poco de apoyo. El respetable parisino, vista la paliza de Alcaraz en el primer set, aceptó la invitación, en una suma que dejó algo aturdido al español, quien sin darse cuenta perdía su servicio ante el veterano japonés, quien a partir de ahí iba a hacer una defensa idílica para apuntarse el segundo parcial por 6-3.
Precipitado en sus acciones y dominado por su rival y por el viento, a Alcaraz le urgía ordenar su juego para construir una muralla tenística que impidiera el paso al vendaval. Todo era repetir la fórmula del primero y Carlos, aunque no era nada fácil, lo clavó. El español abandonó la presión y se puso manos a la obra en una combinación de concentración y disfrute, permitiéndose, antes de cerrar el tercer parcial con un nuevo 6-1, varios puntos más propios de un partido de exhibición.
El temporal había frenado en lo tenístico, con Alcaraz como domador del viento y Daniel ya venido a menos sobre el tapete de la Chatrier. Lo intentaría una última vez el nipón, rompiendo el saque de un Carlos que había comenzado el a la postre último parcial por delante en el marcador, pero el favorito puso tierra de por medio y aprovechando el viento a favor del resultado, emprendió el despegue definitivo hacia la tercera ronda de Roland Garros.
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