Alcaraz claudica ante un Sinner que se convierte en el rey de Riad
El murciano choca contra el ímpetu del italiano que logra su octavo trofeo de la temporada (6-7, 6-3, 6-3)
Nadal se revuelve y cae con honor ante Djokovic en su último baile juntos
Riad ya tiene su primer rey. El Six Kings Slam corona a un Sinner (6-7, 6-3, 6-3) que prolonga su estado de gracia esta temporada. Octavo trofeo de la temporada -si se le da oficialidad a la millonaria exhibición saudí- para el tenista que cerrará el año en lo más alto del ranking ATP. No lo pudo evitar Alcaraz, en ocasiones sobrepasado de revoluciones, tras otro partido de alto voltaje entre ambos.
El artificial torneo en Riad, embaucado de hologramas y, especialmente, millones de euros, fue el pincel que ha terminado de dibujar el cambio generacional que lleva dos años barruntándose. Alcaraz y Sinner en la final tras haber dejado en liza a Nadal y Djokovic respectivamente, históricos dominadores de la raqueta. Los duelos del transalpino y el murciano presentan candidatura a heredar el peso de los del balear y el balcánico.
Tiene Sinner esa virtud del escapismo que le permite sortear duros momentos y apagar el incendio desatado por Alcaraz. Suelto y enérgico, repartía juego desde el fondeo de la pista y movía al murciano inspirado con la derecha y sólido con el revés. Rompió el saque de Carlos a la segunda, pero , al igual que le ocurrió en Pekín ante idéntico rival, fue perdiendo finura a medida que avanzaba el set.
Del 4-1 al 5-5. De bailar sobre la lluvia a tener el agua al cuello. Forzó Alcaraz el tie break tras no rehuir el intercambio de golpes ganadores. Sacó la armadura el murciano y una vez solventado el embrollo inicial, empujó. Su acierto con la derecha le permitió ir ganando precisión y confianza en el saque. Únicamente cedió un servicio en un tie break que se apuntó tras una derecha larga del italiano.
Una marcha más de Sinner
Entendió Alcaraz en la segunda manga que Sinner no bajaría el ritmo y el partido, aunque no tenga el marco de oficialidad, todavía tenía un recorrido sinuoso a recorrer. Con calma y vértigo en la muñeca deshizo el saque de Carlos hasta en tres ocasiones para impulsarse hasta el set. Se permitió dejarse un servicio por el camino. Un nuevo inicio para el partido del presente y del futuro.
Uno que el mundo del tenis espera que sea longevo en el tiempo y reproduzca los encuentros del Big Three. Tras casi dos horas de intercambio, todo seguía igual que había empezado. Los sofocos de ambos empujones dieron paso a un juego algo atenazado por parte de ambos tenistas. Más precavidos a la hora de soltarse.
Sinner dobló su apuesta mediado el tercer set y metió la directa para cerrar el último juego en blanco y precintar el partido. Sinner únicamente sonrió trofeo en mano, el dopaje todavía le atormenta. Mientras se resuelve, cuando inicie 2025, Jannik siguer acumulando trofeos. Hasta ocho suma en el año en el que acabará como número uno del ranking ATP, por primera vez lo consigue un italiano.