Cacicada de Red Bull: cortan las alas de Kvyat para dárselas a Verstappen

A Red Bull se les ha subido la taurina a la cabeza. La energía liberada por Kvyat en las últimas carreras ha destapado un run run incómodo para él y su equipo que ha optado por la vía rápida: tú a Toro Rosso y Verstappen a Red Bull. Una versión moderna del film de las gemelas que retrata al ruso y magnifica al mini Senna. Un movimiento brusco, en calidad de cacicada, que dibuja un escenario particularmente polémico para el GP de España.

Al ruso ahora le toca bajada en su montaña y regresará a Toro Rosso al más puro estilo becario castigado junto con Carlos Sainz. Si el español le dibuja en Barcelona una Sagrada Familia, puede que la devaluación de sus honorarios caigan hasta el indice de popularidad de Manor. La explosión fue iniciada por Vettel en China, y la salida de Sochi calentó el morro a Mateschitz y Horner. 

Siempre coquetearon y fardaron de cantera en Red Bull pero nunca como para alternar a sus pilotos en la quinta carrera del Campeonato. Horner lo justifica: «Max ha demostrado ser un joven piloto con un gran talento. Su rendimiento en Toro Rosso ha sido impresionante hasta ahora y estamos muy contentos de darle la oportunidad de pilotar para Red Bull Racing. Estamos en una posición única al tener a cuatro pilotos en Red Bull y Toro Rosso, con contratos a largo plazo con Red Bull, así que tenemos la flexibilidad de moverlos entre los dos equipos».

El contrato de Kvyat pende de un hilo… y eso que se subió al podio en China. Una ida de olla de Red Bull que, quién sabe, pueden haber consumido bebidas caducadas esta semana en la reunión. Un error le ha condenado al sitio de un Verstappen que este año se había dedicado a echar leña en su rivalidad con Carlos Sainz. ¿Y Carlos? Carlos tranquilo, aguardando su momento en el que el viento corra a su favor para una buena faena. Tal vez el momento de demostrar que, obviamente, no está a kilómetros de Verstappen, sea ahora.