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Refranes

Todos decimos a diario esta expresión en España sin saber que procede de una batalla del siglo IX en Palencia

  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

Muchas veces utilizamos expresiones o refranes sin detenernos a pensar en su procedencia. Forman parte de nuestra manera de hablar y se transmiten de generación en generación.

Detrás de muchas de estas expresiones populares se esconden episodios históricos, curiosidades culturales o hechos sorprendentes. Una de las más utilizadas para describir una huida repentina tiene un origen ligado a un episodio militar ocurrido durante la Reconquista, en pleno corazón de Castilla.

¿Qué significa «poner pies en polvorosa»?

Se trata de una forma popular de decir que alguien se va rápidamente de un sitio, normalmente porque quiere evitar un problema o salir de una situación incómoda. La frase transmite la idea de una huida repentina, como cuando alguien desaparece sin dar explicaciones ni perder el tiempo.

Origen de la expresión «poner pies en polvorosa»

Una de las interpretaciones más simples de esta expresión popular es la que vincula la frase con el polvo que se levanta al correr por caminos de tierra. En la antigüedad, cuando las calzadas eran de tierra batida, bastaban unos cuantos pasos apresurados para levantar una nube de polvo.

De ahí que la imagen de un corredor envuelto en una polvareda se haya convertido en una metáfora perfecta para ilustrar una huida veloz.

Otra teoría apunta a la jerga marginal conocida como germanía, utilizada por delincuentes y pícaros en los siglos pasados. En ese lenguaje, «polvorosa» hacía referencia a la calle o a una vía de escape. Así que, «poner pies en polvorosa» significaría, echarse a la calle huyendo de algo o alguien.

La conexión histórica de esta expresión con una batalla en Polvorosa (Palencia)

Aunque estas interpretaciones tienen cierto peso, la explicación más sólida remite a un hecho histórico concreto. Durante el siglo IX, el rey Alfonso III de Asturias, conocido como Alfonso el Magno, combatió en diversos frentes para frenar la entrada del ejército musulmán en territorio cristiano.

Uno de esos enfrentamientos tuvo lugar en la actual provincia de Palencia, en una zona cercana a una localidad entonces llamada Polvorosa (o Pulveraria en latín).

Durante aquella batalla, las fuerzas asturianas se enfrentaron a un contingente sarraceno muy numeroso. Sorprendentemente, un inesperado eclipse de luna cambió el rumbo de la contienda. Las tropas musulmanas, atemorizadas por el fenómeno, lo interpretaron como un presagio funesto y emprendieron una retirada desordenada.

Aquella estampida ocurrió precisamente en los alrededores de Polvorosa. El recuerdo de esa huida masiva habría quedado ligado al nombre del lugar, dando origen a esta expresión que hoy usamos con frecuencia.

Otras expresiones populares para hablar de una huida rápida

La lengua española está repleta de frases coloquiales que hacen referencia a marcharse deprisa o escapar de una situación incómoda. Además de «poner pies en polvorosa», existen muchas otras expresiones que usamos en el día a día con el mismo significado.

Una de las más comunes es «salir por piernas», que indica una huida precipitada. También se escucha «largarse», más informal y directa, o «tomar las de Villadiego», una expresión antigua que aún se conserva en algunas regiones de España.

En contextos más relajados o coloquiales, se emplean frases como «salir pitando», «desaparecer del mapa» o «poner tierra de por medio».