El papel albal te ahorrará tiempo de plancha: mira cómo se hace

La plancha es una de las tareas del hogar que más pereza nos suele dar, así que cualquier truco que nos la facilite es bienvenido. El papel albal es un elemento que podemos encontrar en prácticamente todas las cocinas y, por increíble que parezca, gracias a él podemos ahorrarnos mucho tiempo y esfuerzo de plancha. Se trata de uno de los usos menos conocidos del papel de aluminio, pero, al mismo tiempo, uno de los más efectivos.

Nunca se nos habría pasado por al cabeza que este elemento se convertiría en nuestro mejor aliado a la hora de planchar y dejar la ropa sin una sola arruga. El método no puede ser más simple, ya que todo lo que tenemos que hacer es retirar la funda de la tabla de planchar y forrar la parte superior con papel albal, dejando los sobrantes por el interior.

Volvemos a colocar la funda, ¡y listo! Lo que conseguimos con esto es que el papel de aluminio refleje el calor, actuando como una segunda plancha. Gracias a él, no tendremos que dar la vuelta a las prendas para planchar el otro lado porque con el papel albal recibirán calor por ambos lados. De esta manera, tendremos la ropa lisa planchando únicamente uno de los lados.

Usos desconocidos del papel albal

Además de para ahorrar tiempo y esfuerzo en la plancha, el papel de aluminio tiene otros muchos usos, algunos de ellos desconocidos.

Si tienes cubiertos o joyas de plata que han perdido su brillo con el tiempo, haz lo siguiente. Forra un recipiente con papel albal, añade agua caliente y una cucharada de sal, y sumerge los objetos de plata en la mezcla. Deja que reposen durante unos minutos, sácalos y sécalos con un trapo de algodón. La reacción química entre el aluminio, la sal y el agua ayudará a eliminar el óxido, devolviéndoles su brillo original.

Este elemento es fantástico para afilar los cuchillos y las tijeras. Dobla varias capas de papel de aluminio y córtalas con el cuchillo o la tijera varias veces. Un proceso muy sencillo que ayuda a afilar el filo de la hoja.

Si vas a preparar una receta en el horno y quieres evitar que ciertas partes de la comida se quemen, cúbrelas con papel de aluminio. Esto ayudará a distribuir el calor de manera más uniforme y a evitar que algunas partes se cocinen demasiado rápido y terminen quemándose.