Las claves de Oumuamua, el asteroide más largo de la historia
El universo suele sorprendernos con nuevos descubrimientos cada día. La exploración del espacio siempre ha sido una de las tareas que más curiosidad han generado en unos seres humanos ansiosos por saber más cosas acerca del cosmos. Los meteoritos y asteroides suelen ser algunos de los fenómenos espaciales más estudiados por la comunidad científica por eso siempre gusta hallar un nuevo elemento de tales características. Hablamos de Oumuamua, un cuerpo celeste descubierto el pasado mes de octubre que se define como el asteroide más largo jamás encontrado.
El primero de su especie
El pasado 19 de octubre tuvo lugar uno de los hallazgos más importantes de este año. Un novedoso objeto cósmico aparecían ante la lente del telescopio Pan-STARRS 1. Los astrónomos quedaros sorprendidos por sus extrañas características y pronto determinaron que no era un fenómeno convencional. Después de horas de estudios, la NASA aseguró que este cuerpo se trataba de un curioso asteroide interestelar, el primero de la historia. Un rasgo por el que decidieron denominarlo «Oumuamua», en hawaiano, mensajero lejano.
Pero este nuevo título no es lo más curioso del hallazgo. Una vez observado con atención los científicos de la NASA se dieron cuenta de que sus formas eran alargadas y su tamaño gigantesco. Oumumua es un asteroide hasta 10 veces más largo que ancho, unas proporciones jamás vistas en las cercanías de nuestro planeta. Incluso se determinó que debido a su velocidad de desplazamiento (95.000 km/h) y su largo recorrido, se aseguró que este cuerpo celeste fue creado en un sistema planetario muy lejano al nuestro.
Un asteroide alargado
Después de las numerosas imágenes obtenidas desde el Very Large Telescope de Chile de parte del Instituto de Astronomía de Honolulú (Hawai) capitaneado por Karen Meech, hemos podido saber que Oumuamua tiene una longitud de 400 metros de largo por 40 de ancho. Además, es un cuerpo capaz de rotar sobre sí mismo cada 7,3 horas, generando así numerosos cambios en el brillo que proyecta. Cabe destacar que el color rojizo que emana suele relacionarse con la irradiación de los rayos cósmicos durante largos periodos danzando por el espacio.
La casualidad ha querido que Oumuamua haya venido a parar a nuestro sistema solar. Un asteroide que, según los astrónomos, puede que fuera formado hace varios millones de años. Sin duda, un importante descubrimiento que abre las puertas para seguir investigando sobre los rasgos menos conocidos de Sistemas Solares anónimos.