No tires las semillas del limón: guárdalas y planta tu propio limonero
Si tienes semillas de limón puedes hacerlas germinar de forma fácil y tener tu propio limonero
Cómo cuidar un limonero paso a paso y de forma correcta
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Los limones son frutas muy beneficiosas para la salud, ya que contienen vitamina C, antioxidantes, ácido cítrico y flavonoides. Además, tienen un sabor refrescante y aromático que se puede usar en muchas recetas. Si quieres tener tu propio limonero en casa, no hace falta que compres una planta, puedes aprovechar las semillas que vienen dentro de los limones. Toma nota y no tires las semillas del limón: guárdalas y planta tu propio limonero.
Planta tu propio limonero con las semillas del limón
Si deseas poder tener un limonero, lo primero de todo es elegir un limón maduro y jugoso, preferiblemente de cultivo ecológico, y córtalo por la mitad. Exprime el zumo y reserva las semillas que encuentres. A partir de aquí debes seguir estos pasos, aunque debes saber que desde que germine la semilla y veas crecer el limonero puede pasar bastante tiempo.
Cómo hacer brotar las semillas del limón
- Lava las semillas con agua para quitarles la pulpa y el zumo que puedan tener. Sécalas con un paño o papel de cocina.
- Con un cuchillo afilado, haz un pequeño corte en la piel de la semilla, con cuidado de no dañar el interior. Esto facilitará la germinación de la semilla.
- Coloca las semillas en un recipiente con agua tibia y déjalas en remojo durante unas 24 horas. Esto ayudará a activar el proceso de germinación.
Prepara un pequeño tiesto con tierra húmeda y fértil. Haz un agujero de unos 2 cm de profundidad y coloca una semilla en él. Cubre la semilla con tierra y riega ligeramente. - Coloca el tiesto en un lugar cálido y luminoso, pero sin que le dé el sol directo. Mantén la tierra húmeda, pero sin encharcarla. En unas dos o tres semanas, debería salir el primer brote de la semilla.
El mejor momento para trasplantar el limonero a una maceta
- Cuando el brote tenga unas cuatro o cinco hojas, es el momento de trasplantar el limonero a una maceta más grande. Elige una maceta de unos 20 cm de diámetro, con agujeros de drenaje en el fondo. Llena la maceta con una mezcla de tierra, arena y compost o abono orgánico.
- Con cuidado, saca el limonero del tiesto pequeño, tratando de no romper las raíces. Colócalo en el centro de la maceta grande y rellena los huecos con la mezcla de tierra. Presiona ligeramente la tierra alrededor del tallo y riega abundantemente.
- Coloca la maceta en un lugar soleado, pero protegido del viento y las heladas. Los limoneros son plantas de clima cálido y no toleran bien el frío.
Cómo cultivar nuestro limonero
- Riega el limonero regularmente, pero sin exceso. La tierra debe estar siempre húmeda, pero no encharcada. Una forma de comprobar la humedad es introducir un dedo en la tierra. Si sale seco, es hora de regar. Si sale mojado, espera un poco más. En invierno, reduce el riego, ya que la planta necesita menos agua.
- Abona el limonero cada dos meses, desde la primavera hasta el otoño. Usa un abono específico para cítricos, que contenga nitrógeno, fósforo, potasio y micronutrientes. Sigue las instrucciones del fabricante para la dosis y la forma de aplicación. No abones en invierno, ya que la planta entra en reposo.
- Poda el limonero una vez al año, al final del invierno o principios de la primavera. Elimina las ramas secas, enfermas o dañadas, así como las que crezcan hacia el interior de la copa. Deja las ramas que tengan flores o frutos, ya que son las que darán limones. Dale una forma redondeada y compacta al limonero, para que no se desarrolle demasiado y se adapte al espacio de la maceta.
- Cambia el limonero de maceta cada dos o tres años, cuando veas que las raíces salen por los agujeros de drenaje. Elige una maceta un poco más grande que la anterior, y repite el proceso de trasplante. Esto le dará más espacio y nutrientes al limonero, y favorecerá su crecimiento y producción.
Consejos para cuidar un limonero en maceta
- Protege el limonero de las plagas y enfermedades que puedan afectarle, como pulgones, cochinillas, araña roja, hongos o virus. Revisa periódicamente las hojas, los tallos y los frutos, y si detectas algún problema, trata la planta con un producto adecuado. Puedes usar remedios caseros, como jabón potásico, aceite de neem o infusiones de ajo o cola de caballo, o productos químicos, siguiendo las indicaciones del fabricante. Es mejor prevenir que curar, así que mantén el limonero limpio y sano.
- Aprovecha los limones que coseches, ya que son naturales y ecológicos. Puedes usarlos para hacer zumo, limonada, postres, salsas, aderezos, infusiones, conservas o productos de limpieza. Los limones tienen muchas propiedades y usos, tanto culinarios como medicinales o cosméticos. No desperdicies ni una gota de esta fruta maravillosa.
- Disfruta de tu limonero en maceta, y comparte tu experiencia con tus amigos y familiares. Tener un limonero en casa es una forma de estar en contacto con la naturaleza, de relajarse y de aprender. Además, es una forma de ahorrar dinero y de consumir productos locales y de temporada. Anímate a plantar tu propio limonero, y verás cómo te alegra la vida.
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